Cuentos clásicos y fábulas, una buena manera de transmitir valores
Enseñar valores a los niños debe comenzar en casa fusionándose con su aprendizaje en la escuela. Los padres tenemos diferentes herramientas disponibles para ello como los cuentos clásicos y fábulas. Las fábulas son una especie de cuentos con moraleja para niños. Desde hace siglos, los padres han contado diferentes tipos de historias didácticas a sus hijos. De hecho, antiguamente los cuentos orales eran la única manera para transmitir el conocimiento que se había acumulado a lo largo de varias generaciones.
Desde el punto de vista pedagógico los cuentos clásicos y las fábulas infantiles son historias con valores, con los que podemos lograr transmitir, mediante el relato, valores que marcarán no sólo la vida de los niños sino que permanecerán durante su vida adulta.
La amistad, el valor, la paciencia, la lealtad, son valores que podremos encontrar en estas historias y que llenarán la imaginación de nuestros hijos. La transmisión de valores y la enseñanza en un entorno de amor y cariño son claves para la formación de adultos íntegros y responsables. Los cuentos clásicos y las fábulas con una moraleja son ideales también para incitar que los niños lean. Leer cuentos juntos, en familia, desarrolla las habilidades creativas y lingüísticas de los más pequeños. También los ayuda con la comprensión lectora.
¿Por qué usamos fábulas para enseñar a los niños o para qué sirven las fabulas?
Las fábulas son cuentos en los que los animales u objetos inanimados a menudo tienen cualidades humanas. Por un lado, son divertidos y atractivos. Por otro lado, nos enseñan importantes lecciones de vida a través del comportamiento y las acciones de los personajes.
Es por eso que las fábulas son una forma ideal de enseñar a los niños sobre valores y comportamientos clave. Empaquetados en forma de historia, atraen su atención. Además, les ayuda a obtener y retener ese conocimiento.
Se dice que en Mesopotamia, 2.000 años antes de nuestra era, ya se contaban fábulas antiguas. No obstante, la primera fábula que llegó hasta nuestros días es obra de Hesíodo, un poeta de la Antigua Grecia, y se encuentra en su obra “Los trabajos y los días”.
Posteriormente por ejemplo las conocidas fábulas de Esopo se caracterizan por su sencillez y fácil comprensión para los niños. Estas fábulas son nombradas así, en honor al famoso escritor griego. Esopo comenzó sus historias en la antigua Grecia y aún perduran hasta nuestros días. En sus fábulas los protagonistas suelen ser también animales e inculcan lecciones morales y de vida.
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Te resumimos algunos ejemplos de fábulas para niños.
Pueden ser entretenidas y didácticas:
El gato toca la campana
Esta divertida fábula cuenta la historia de un grupo de ratones que quieren liberarse de su enemigo, el gato. Todos tienen ideas, pero nadie está dispuesto a tomar medidas. Esta historia le enseña a los niños que es fácil prometer algo, pero en realidad hacerlo es algo completamente diferente.
El grillo y la hormiga
Al contarle a tu hijo esta historia, fortalecerá el valor del trabajo duro y el esfuerzo. Cuenta la historia de una pequeña hormiga que trabaja duro en el verano para construir una casa.
Mientras tanto, el grillo está cantando al sol, pero lamenta haber echo esto cuando llega el invierno y no tiene provisiones. Con esta historia, aprenderá a usar su tiempo de una manera útil.
La herramienta
Si tu hijo acaba de comenzar la escuela, esta fábula es ideal. Los personajes son un grupo de herramientas. Cada herramienta ve las debilidades de las otras.
Sin embargo, cuando descubren que pueden trabajar juntos para hacer un hermoso mueble, cambian de opinión. Esta fábula muestra a los niños que cada uno de sus compañeros de clase es importante. En otras palabras, todos contribuyen a su manera.
El pastorcito que llamó lobo
Esta es una excelente manera de ayudar a los niños a resistir la tentación de mentir. La fábula cuenta la historia de un pastorcito que felizmente asustó a la gente advirtiéndoles de un lobo peligroso. Una y otra vez la gente del pueblo vino a ayudar al niño, pero no había lobo.
Sin embargo, un día el lobo realmente apareció. Esta vez nadie vino al rescate del pastorcito. Después de todo, todos pensaron que era una broma otra vez. Esta historia enseña a los niños que mentir puede tener consecuencias catastróficas. En la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso, por lo que si mientes mucho cuando digas la verdad no te creerán. Esto tarde o temprano te puede ocasionar problemas.
El león, el venado y la liebre
Esta es la historia de un león que tiene que tomar una decisión difícil, puede cazar una pequeña liebre o un gran ciervo. La elección que hace no termina como esperaba. Con este mito puedes enseñarle a tu hijo a estar satisfecho con lo que tiene. Además, esta historia también se trata de tomar decisiones sabias al sopesar los riesgos.
Las dos ranas
Esta es la fábula de las dos ranas pequeñas. En un caluroso día de verano, el lago donde viven las ranas se está secando. Se pusieron en marcha para buscar agua en otro lugar. Llegan a un pozo profundo, y una de las ranas quiere saltar de inmediato. Pero la otra rana se detiene para pensar. Si el pozo se seca, no hay salida. Esta historia le ayudará a pensar primero antes de hacer algo, como dice el dicho: «Piensa antes de actuar».
La tortuga y la liebre
Este viejo mito ha enseñado a los niños por generaciones a no burlarse de nadie. Además, también nos enseña que estar demasiado orgulloso y ser prepotentes con nuestras propias habilidades puede conducir a grandes errores. La fábula cuenta la historia de una tortuga que desafía a una liebre vana a una competencia. La liebre piensa que puede vencer fácilmente a la tortuga lenta, pero descubre que nadie es mejor que otro. Está es una excelente manera de hacer que los niños piensen en su comportamiento. Esta historia nos ayuda a experimentar sentimientos al ponernos en el lugar del oponente.
Los beneficios de las fábulas para los niños
– Le ayudan a promueven la reflexión ya que no solo escuchan una historia interesante sino que existe una moraleja que estimula su pensamiento crítico y les lleva a realizar una distinción entre lo bueno y lo malo.
– Estimula su memoria ya que, al tratarse de historias cortas, los niños logran recordarlas con mayor facilidad y así van ampliando su capacidad para memorizar.
– Amplían la sensibilidad y estimulan la empatía, sobre todo cuando el niño logra ponerse en el lugar de los personajes y comprende sus emociones y puntos de vista.
– Inculcan el amor por la lectura, ya que estimulan el deseo de descubrir nuevos mundos a través de la lectura.
– Adquieren valores, ya que comprenden de una manera didáctica y entretenida lo que es correcto y lo que no.
– Fomentan su creatividad a través de historias con mucha imaginación y que abren las puertas a un mundo mágico donde todo es posible.
Puedes usar estas fábulas en su rutina para acostarse para aprovechar al máximo esta poderosa herramienta educativa. Una buena idea es también pedir a los niños que hablen sobre los personajes y las acciones que estos realizan en la historia. De igual forma es beneficioso para su aprendizaje, hacer preguntas cuyas respuestas incluyan cualidades y defectos de los personajes y qué está bien y mal en el actuar de los personajes.
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada niño y cada familia son diferentes y únicas.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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