
¿Qué es ser comprador compulsivo y cómo saber si soy?
Este es un tema muy interesante porque actualmente lo he escuchado por todos lados y, la verdad, es que es un concepto que ha comenzado a usarse de forma cotidiana, olvidándose de lo que realmente es o catalogando a todo el mundo dentro. Entonces, en este artículo aprenderemos un poco sobre: ¿Qué es ser un comprador compulsivo? ¿Cómo saber si eres un comprador compulsivo? ¿A dónde acudir para un diagnóstico? Y, por último, hablaremos de algunos tips para reducir el consumo de objetos no tan necesarios en tu vida diaria y así ahorrarnos un poco de dinero.
¿Qué es y cómo saber si soy un comprador compulsivo?
Empecemos por lo primero. No es la respuesta sencilla. Para empezar, como tal no hay un libro que nos diga qué es eso de ser comprador compulsivo, pero sí tenemos un libro que nos habla sobre compulsiones o, como normalmente les llamamos, obsesiones.
El DSM-5, que es el libro en el que los expertos, como médicos psiquiatras, se basan para diagnosticar, nos dice que una obsesión o compulsión es una acción que nos quita mucho tiempo en nuestro día y, a su vez, provoca deterioro. Es decir, que ya interfiere con el funcionamiento de nuestra vida social, laboral y personal, y que esto no es producto de alguna otra condición. Por ejemplo, si alguien consume algún tipo de droga, tiene una condición física que lo provoque o bien está diagnosticado con ansiedad o depresión que pueda causarlo, entonces se descarta. En realidad, es un diagnóstico bastante completo.
Ejemplo:
Si alguien colecciona algo y está ahí cada vez que sale una nueva figura de lo mismo, y puede que ese día lo invirtió al cien por ciento, no podemos llamarle comprador compulsivo si es que el resto del tiempo es completamente funcional. Simplemente es una persona que está muy enfocada en adquirir algo.
De igual manera, si alguien tiene mucha tristeza y evita levantarse o salir de casa, y para evitar socializar pide todo a domicilio (desde comida hasta muebles que necesita), tendríamos que irnos al origen, que es la razón por la que no sale de casa, y no podríamos solo nombrarle como compulsivo.
Lo mismo ocurre con personas que están al tanto de rebajas en épocas específicas y compran cosas que les parecen bonitas, aunque un poco innecesarias. Si sus días son funcionales, no podemos llamarles así; tan solo son parte de un sistema que todo el tiempo nos dice que necesitamos cosas para lograr un estatus social o nos invita a sentir que puede llegar a ser útil eso que compramos.
Ahora bien, aunque una persona realmente invierta mucho tiempo en comprar y esto ya represente un problema grave para relacionarse o hacer actividades diarias, no significa que exista algo dentro de la cabeza de la persona que esté mal o que sea como tal una enfermedad. En realidad, en su mayoría es posible que esa actitud tenga un origen en sus experiencias. Todo tiene una razón, por lo que, aunque sientas que puedes ser parte de este grupo de personas que vivencian esta situación, no hay por qué alarmarnos. Siempre hay una solución, y la encontraremos juntos.
¿A dónde acudir para un diagnóstico?
En caso de que sospeches que puedas tener algo parecido a un problema de compras, o si simplemente quieres hacer un cambio, hay diferentes profesionales a los que puedes acudir, teniendo dos principales opciones:
Psicólogos: En su mayoría, el enfoque que suele ser más popular o efectivo es el Cognitivo-Conductual, porque te permitirá tanto entender de dónde surge esta conducta como crear un programa personalizado que se ajuste a tu rutina y necesidades. Aquí trabajarás tanto tus pensamientos como tus acciones.
Psiquiatras: En caso de que tu situación lo requiera, puede complementarse con medicamentos que te ayuden a lograr tus metas con mayor facilidad.
Tips para bajar tu consumo de productos no básicos
Si tu caso está más enfocado en darte cuenta de que has aumentado tu consumo de productos que tal vez no son tan necesarios y deseas hacer un cambio, aquí tienes algunos consejos:
Encuentra el origen:
Primero, entiende qué te provoca o qué necesidades intentas cubrir con esas compras. Por ejemplo, si compras muchas cosas de cocina, tal vez estás expuesto en redes sociales a publicidad o videos relacionados con este tema. También observa a las personas que te rodean y si tienen hábitos de consumo parecidos.
Modifica tu algoritmo:
Muchas veces, el deseo de comprar surge de momentos de ocio en los que navegamos en redes sociales y vemos publicidad o videos. Puedes modificar la configuración de tus preferencias para reducir la exposición a este tipo de contenido. Recuerda que el objetivo de las redes sociales es fomentar el consumo, pero puedes hacer un esfuerzo para disminuir su influencia.
No guardes tu tarjeta en las aplicaciones:
La facilidad y rapidez con la que se pueden hacer compras en línea, al tener los datos de tu tarjeta guardados, puede ser un factor clave. Si necesitas ingresar los datos manualmente, tendrás más tiempo para reflexionar sobre si realmente es necesario comprar ese producto.
Cuida tus tarjetas de crédito:
Aunque son útiles para crear historial crediticio, evita llevarlas contigo para compras planeadas. Opta por llevar efectivo para esas ocasiones, ya que así reducirás la tentación de usarlas en momentos impulsivos.
Evita ir a centros comerciales por ocio o usar el celular cuando estés aburrido:
El aburrimiento puede llevarnos a caer en promociones y estrategias de marketing diseñadas para impulsar compras innecesarias. Busca actividades que te mantengan ocupado y lejos de este tipo de estímulos.
Haz una lista antes de ir de compras:
Tener un listado claro de lo que necesitas te ayudará a enfocarte en los pasillos correctos y a evitar distracciones.
Cuestiónate y date un gusto de vez en cuando:
No intentes hacer cambios extremos de un día para otro. Si solías comprar hasta 10 productos mensuales, no te obligues a reducir a cero de inmediato. Haz una lista de cosas que te interesaron durante el mes y reflexiona sobre cuáles realmente utilizarás. De esta manera, podrás hacer compras más conscientes y reducir la ansiedad.
Esperamos que este artículo te haya sido de mucha ayuda.
Recuerda siempre acudir con un experto en el tema para recibir orientación adecuada ¡Cuéntanos! ¿Qué más te gustaría saber sobre este tema?
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