¿Cómo hablar de noviazgo con adolescentes?
La adolescencia es una de las épocas más bonitas, que incluye muchas preguntas y descubrimientos. Los adolescentes se encuentran en una etapa donde dejan de hacer muchas cosas que son consideradas para niños e incorporan aquellas propias de los adultos.
Entre estas actividades encontramos sentir atracción por una persona, desear tener un romance más sólido, tener mayor curiosidad sobre la sexualidad, es decir, experimentar el amor de otra manera. Para los padres puede ser un momento de mucha preocupación, sobre todo por no saber si la elección de pareja que tendrán será la mejor para su bienestar. La realidad es que este ámbito dependerá completamente de ellos, por lo que, como padres nos toca respetar y brindarles herramientas, así ellos podrán accionar de una manera más funcional. Pero entonces ¿Cómo puedo hablar con un adolescente de noviazgo? En este post recorreremos algunos puntos que consideramos son fundamentales para charlar del tema y poder tener resultados significativos. Veamos.
1. Acuerden un horario y día específico.
Está comprobado que para poder abrir un espacio de confianza, sobre todo con un adolescente, se necesita la predisposición.
Planear y acordar un momento en el que ninguno de los dos tenga cosas por hacer, que puedan disfrutar. Desde este momento estás mandando un mensaje de respeto mutuo y cariño a tu adolescente.
Pueden preparar o acompañarse de algo que les guste para platicar tranquilamente.
2. Amor eterno y media naranja.
El primer punto que te recomendamos abordes con tu hijo o hija, es el concepto de amor romántico y todos sus derivados, como la idea del amor eterno y la media naranja. Es un tema que definitivamente duele aceptar, más en tus primeras relaciones, ya que el amor no es eterno, se va modificando y, aún más importante, se construye. No se trata de colocar a la pareja como un ser destinado a nacer solo para amarnos para siempre. En realidad cualquiera puede ser ese amor, siempre y cuando se trabaje en equipo y se coincida en momentos e ideales. Se trata también de una responsabilidad.
Intenta no imponerle la idea directamente, porque puede que lo tome a mal. Mejor analicen qué aspectos se necesitan para que una relación dure, para que pudieran llegar a seguir juntos hasta adultos, casarse, etc. También habla de las mil posibilidades alternas a eso, como ser novios ahora y después reencontrase, ser novios y luego decidir que es mejor como amigos, etc.
Mueve un poco esa imaginación con tu adolescente, donde romper con alguien no es el fin de la felicidad y es posible serlo con o sin pareja. Se trata de entender que esto es relativo, que la pareja no es aquella que viene a complementarnos, sino que es alguien con la que se comparte, pero uno ya está completo por sí mismo.
3. Los celos no son muestra de amor.
Realmente como cualquier conducta, los celos son aprendidos y respaldados por aprendizajes sociales. La creencia de que el otro es de nuestra propiedad nos puede llevar a problemáticas muy grandes. Recordemos que a partir de la frase “los celos son muestra de amor” es donde nacen relaciones violentas, donde se aísla a la persona, no solo de amigos sino también de la familia, ámbito laboral, escolar, etc. Explícale que puede sentirlos, pero es su trabajo aprender a lidiar con ellos. Comprender de dónde surgen, qué hay detrás y qué hará con ellos. Los celos son un signo de todo, menos de amor puro.
Tampoco significa que no aman si los sienten, pero evitémoslo como un signo de ternura o un pretexto para sentirse especial porque la pareja tiene celos. Los celos han sido catalogados como una forma de violencia, de acuerdo con muchas investigaciones, y se encuentra de la mano a conductas como las bromas hirientes, chantajes, mentiras, engaños, ley de hielo, descalificación. Aunque se considera que forman parte de los grados más bajos en el violentómetro, tienen una predisposición a ser escalables hacia otras conductas más evidentes o desagradables.
4. El amor puede y aguanta todo.
Este también es un indicador que puede llevarlos a situaciones extremas. Decir que el amor lo aguanta literalmente todo, es una frase muy fuerte. Hablamos justo de aguantar todo, lo cual puede incluir violencia, dolor, malestar, destrucción de la felicidad y personalidad. Recordemos que se empieza por cosas que parecieran pequeñas, pelear a diario, luego gritarse a diario, menos preciarse, golpes, etc.
A veces lo más sano es aprender a respetar que las cosas también tienen un fin: Un fin que puede representar un inicio para otra etapa. Se trata de aprender un poco sobre responsabilidad afectiva y tomar el amor como una responsabilidad, un acuerdo, más no como un castigo o algo que debe doler.
5. Cuestiones de género.
El género atraviesa en gran medida estos aprendizajes ya mencionados, sobre el amor romántico. Las mujeres suelen interiorizar estos puntos y llevarlos al pie de la letra. Si bien no todas las mujeres efectúan todos los aprendizajes, muchas pueden estar reproduciéndolos sin tener una total conciencia de las consecuencias.
Esto se debe a que se les enseña todo esto desde pequeñas, por ejemplo, se les exige ser calmadas, no viscerales, no usan fuerza física, delicadas, de buena escucha y poca habla, etc. preparándolas para después ser razón en las discusiones de pareja, ser las que guarden la calma, las que resuelvan el problema, porque el hombre “no puede controlar sus emociones”, etc. Estos aprendizajes, que al final son mitos, llevan sobre todo a dinámicas de violencia. Es importante recordar que puede vivirlo desde sus primeras relaciones en la adolescencia. Es entonces que ya sea hombre o mujer nuestro adolescente, hay que devolverle su responsabilidad y hacerlo consciente de su relación.
6. Establezcan banderas rojas y límites
Una vez que ya recorrieron todas estas acciones que pueden perjudicar una relación y su propio bienestar, pongan manos a la obra. Establezcan banderas rojas, es decir, hablen de cuándo ya no es adecuado estar con una persona, sea quien sea. Qué es lo que no va a permitir o llegar hacer con tal de estar con esta persona, siempre anteponiendo el amor propio y la construcción sana. Qué características deberá tener su pareja.
Si les es posible háganlo en una hoja de papel, de manera escrita será menos posible que se olvide. Para que el ejercicio sea más interesante puedes hacerlo tú también, para ti, así podrán descubrir muchas cosas en conjunto y tendrán mayor confianza.
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7. Hablar de sexualidad en el noviazgo
Este es un tema que inquieta a muchos padres, sobre todo cuando se sabe que ya tienen pareja. Te recomendamos retomar este tema, aunado a la cuestión de hablar de anticonceptivos con tu adolescente en otra ocasión, ya que esta charla abrirá la oportunidad de hacerlo, por lo que casi al finalizar la plática plantea la posibilidad de hablar en otra ocasión de este tema, pues no queremos aturdirlo en un solo día.
Permítele procesar toda esta información y luego pasen al área de la sexualidad. En este tema debes incluir sobre todo la responsabilidad afectiva, el respeto por el propio cuerpo y el del otro, donde la sexualidad no solo se trata de sexo, sino de aspectos afectivos, sociales y emocionales.
Esperamos que este post te sea de mucha ayuda. Se trata de liberar un poco los tabús y establecer una plática tranquila, pero sobre todo de respeto, ya que es un tema de mucha importancia para tu hijo o hija.
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