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Dermatitis atópica en niños. Qué es y remedios

La dermatitis atópica, es una enfermedad de la piel que provoca ciertas alteraciones en la misma. Esta patología, es de condición crónica y con cierta predisposición genética. Sus principales síntomas se manifiestan como inflamaciones, lesiones e irritaciones de la piel. Además, dicha alteración crea una mayor sensibilidad y una piel excesivamente reseca, que llega a generar descamación, irritación y gran sensación de picor. 

Aproximadamente, un 10-15% de los niños, padecen esta dolencia. De manera general, se manifiesta antes de los cinco años y suele continuar durante la adolescencia e incluso durante la edad adulta. Sin embargo, existen otros factores que pueden generar su aparición, bien por elementos ambientales, alergias, intolerancias alimentarias e incluso algunas prendas de ropa. 

La dermatitis atópica, suele aparecer en zonas como manos, pies, codos, la parte superior del pecho, rodillas, muñecas, piernas, e incluso en el cuero cabelludo y la cara. 

¿Cuales son sus principales síntomas?

Es bastante común que con la aparición de los primeros síntomas, no parezca que se trata de una dermatitis. Sin embargo, estos suelen aumentar y presentan rasgos inconfundibles, aunque lo más seguro será siempre dejarse asesorar por personal sanitario calificado. 

Al afectar a la piel, como se mencionaba, hace que esta se encuentre excesivamente seca, tirante, agrietada y con sensación de picazón. Además, suele acompañarse de manchas de color rojo a marrón, ampollas o pequeñas inflamaciones que pueden generar costras si estas se rascan. 

En la mayoría de los casos, su aparición se debe a factores genéticos, difíciles de evitar pero que sí se pueden controlar y sobre todo evitar elementos y factores que agravan la dermatitis

Factores que pueden agravar los síntomas de la dermatitis

Sin duda alguna, elementos como el polvo, el polen (factor importante a considerar en temporada), el moho y los ambientes sin aireación, suelen afectar de manera considerable el estado de la piel. Además, es bastante común que se presenten alergias alguno de estos patógenos, por lo que habrá que intentar permanecer en ambientes con una atmósfera saludable. 

Los resfriados, gripes y situaciones con aire seco en invierno u otros elementos estacionales, repercuten de forma considerable con dicha dolencia. Así, como los cambios de temperatura drásticos o el propio sudor.

Mucha atención a la ropa 

En la industria textil, se producen gran cantidad de piezas que están elaboradas con materiales irritantes, tintes, lanas de dudosa calidad y demás compuestos sintéticos que pueden ser bastante dañinos. 

En este caso no solo en la ropa de vestir, sino en ropa de cama, toallas o cualquier pieza que esté en contacto directo con la piel. Lo más aconsejable son las prendas de algodón o similares.  

El agua puede ser un problema para la piel 

El contacto en exceso con el agua, como resultado de la propia higiene o por la práctica de algún deporte acuático, pueden aumentar la presencia de lesiones en la piel, o contribuir a su deshidratación. 

La alimentación puede ser otro factor clave

Existen ciertos alimentos, o grupos de estos, que son más propensos a manifestar alergias o intolerancias alimentarias. Los lácteos, algunos frutos secos, cítricos o incluso mariscos, pueden favorecer el proceso de irritación de la piel. 

En cambio, incluir en la dieta aquellos alimentos ricos en vitaminas como la A, ayudan al organismo en los procesos de defensa, o como la vitamina E, muy favorecedores para la piel.

Medidas para paliar sus efectos 

Para evitar que la dermatitis atópica se manifieste o se sufran brotes de esta, es importante tomar ciertas medidas como las que citamos a continuación:

  • Se deben evitar productos para la piel con fuertes componentes químicos. En su lugar es mucho más aconsejable optar por cremas con PH neutro, productos hipoalergénicos y sin parabenos.
  • Humectar la piel de forma regular (al menos 2 veces al día). En el caso de bebés el uso de vaselina puede ayudar a prevenirla o controlarla.
  • En el mercado farmacéutico, existen gran cantidad de lociones y cremas para tratar la dermatitis atópica, tanto en adultos como en niños. 
  • Otro elemento que consigue paliar los efectos de este tipo de dermatitis, es identificar los factores que la empeoran para así poder controlarlos. Tanto en la ingesta de ciertos alimentos, como con el empleo de ropa que pueda acelerar la irritación. 
  • Además, se debe prestar atención al secado del cuerpo después del baño. Siempre sin restregar la toalla, sino con pequeños toques que eliminen la humedad. 
  • Por último y no por ello menos importante, en caso de brotes agudos es probable que sea necesario el uso de corticoides, antibióticos o antihistamínico (bajo prescripción médica).

Últimas ideas a considerar

La dermatitis atópicas, es un eccema, solo que más crónico que otros. Además, no se da por motivos de contagio, por lo que no importa ni la cercanía ni el contacto físico con la persona afectada. 

Si bien, no es una dolencia única de personas alérgicas, si son más propensas a sufrirla.  Las probabilidades de que un adulto las padezca o desarrolle son cerca de solo 5%. Es un padecimiento que por lo general se presenta en niños y cuando hay predisposición genética a ello.


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