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Cómo educar niños independientes

Criar niños independientes, grados de independencia según la edad

Criar niños seguros e independientes no es una tarea fácil. Necesitamos saber cuándo intervenir y cuándo dar espacio. El espacio que necesitan para adquirir habilidades para la vida. Las habilidades que se quedan con ellos después de haber tenido que enfrentar desafíos y dificultades. Además, este aspecto de la paternidad requiere mucha paciencia, mucho afecto y una sabiduría con la que podemos sentir sus necesidades. Cuanto más los involucramos en tareas y actividades apropiadas para su edad, más nos sorprenderá lo capaces que son.

 

Educar a los niños independientes.

Hemos llegado a un punto en el que se ha convertido en una prioridad resolver cualquier problema que nuestros hijos encuentren en su camino. A veces incluso intentamos anticiparnos a esos problemas. Todo esto para garantizar que nuestros hijos puedan vivir una vida más fácil, más tranquila y más gratificante. De esta forma los rodeamos de un descanso casi mágico. Y también nos da tranquilidad porque sabemos que todo está bien.

Todo esto es comprensible, sin embargo, algunos padres hacen esto al extremo. Al alisar los caminos de nuestros hijos todos los días y en todas las circunstancias, los privamos de una habilidad muy necesaria. La capacidad de actuar por sí mismos. Esta capacidad es la independencia y la autonomia.

La independencia como un conjunto de habilidades en las que alguien aprende a ser responsable de su mundo, a organizar y administrar sus propias cosas, a aprender de sus errores y a desarrollar un sentido de autoeficacia.

 

Veamos algunas estrategias que podemos usar para criar niños independientes y seguros de sí mismos.

 

Saber cuándo intervenir y cuándo guiar a distancia

Criar a un niño es como un baile. En ciertos momentos tienes que abrazarlo y sostenerlo, y luego, poco después, debes dejarlo ir. Debemos entender que incluso cuando a un compañero de baile se le ha dado la libertad de realizar sus propios pasos y movimientos, la otra parte todavía está allí para observar y dirigir desde la distancia.

Saber cuándo actuar y cuándo retroceder no es nada fácil. En primer lugar, se requiere que pueda aplicar algunas de las reglas básicas para la convivencia. Estamos hablando de un marco en el que cada miembro de la casa tiene sus propias responsabilidades. Si todos aceptan y llevan a cabo estas responsabilidades correctamente, se pueden obtener ciertos derechos del hogar. De esta manera, los acuerdos familiares de este tipo ayudan a un niño a crecer en un ambiente seguro y feliz. Como resultado, siempre sabrán lo que se espera de ellos.

 

Tener y ofrecer confianza

Para criar hijos independientes, debemos ofrecerles confianza. Ten fe en nosotros como padres o educadores y ten fe en ti mismo. De esta manera, el niño crecerá en un entorno donde será apreciado constantemente y donde el afecto y la atención estarán siempre presentes. No hay temores ni barreras cuando el niño tiene que comunicar sus problemas y necesidades. Además, el niño tendrá más confianza para poder hacer casi todo por sí mismo.

 

Muestra a tus hijos cómo tomar decisiones saludables

¿Qué entendemos por elecciones saludables? Las opciones saludables o satisfactorias son opciones que le permiten al niño aprender. Abren el camino para que un niño acepte la responsabilidad por sus acciones. El niño entenderá que sus acciones tienen consecuencias. Se dará cuenta de que su mal comportamiento afecta a sí mismo y su entorno. Sin embargo, también debemos mostrar a nuestros hijos que es bueno pedir consejo. También necesitan saber que tienen la libertad de aceptar ese consejo o seguir sus propios instintos.

Otro factor que debe tenerse en cuenta al criar niños independientes es que cada niño tiene su propia personalidad, preferencias y pasiones. Como adultos, no podemos mediar en todas las decisiones y elecciones de nuestros hijos. Sin embargo, podemos orientarlos y asesorarlos.

 

Enseña a tus hijos a asumir la responsabilidad de las tareas pequeñas y grandes.

Asegurar que un niño sea responsable requiere tres cosas: tiempo, paciencia y afecto. Al criar a nuestros hijos, a menudo cometemos el error de querer que nuestros hijos adquieran una gran cantidad de habilidades con demasiada rapidez. Otra cosa a la que debemos prestar atención es que a menudo somos bastante incompetentes cuando se trata de enfrentar los desafíos diarios que surgen cuando menos los esperamos.

Una forma de ayudar a los niños a adquirir estas habilidades es entender que los niños pueden asumir responsabilidades desde una edad muy temprana. Por ejemplo, a la edad de 3 años, ya pueden aprender a limpiar y ordenar sus juguetes ellos mismos. Incluso pueden ayudarnos en pequeñas tareas domésticas, como colocar y limpiar la mesa, regar las plantas, cuidar a las mascotas, etc.

La aplicación de reglas, tareas y responsabilidades es esencial. Esto les permite crecer sabiendo que son capaces de mucho más de lo que creían posible. Aprenderán que asumir la responsabilidad es equivalente a crecer. También verán que el desempeño exitoso de estas tareas refuerza su autoestima.

 

Enseña a tus hijos a lidiar con la frustración

Una estrategia esencial para educar a los niños responsables e independientes es ayudarlos a desarrollar la paciencia y la capacidad de hacer frente a los pequeños problemas cotidianos. Debemos dejar que nuestros hijos experimenten frustración y lidien con eso. De esta forma se convierte en adolescentes confiados y adultos. Por lo tanto, nunca debe dudar del poder de la palabra «no» cuando sea necesario. Decir «no» en el momento adecuado y en las circunstancias adecuadas traerá grandes beneficios a largo plazo.

 

Ayuda a tus hijos a desarrollar el autocontrol

Enseña a tus hijos a mirarse desde dentro. Ayúdalos a entender sus emociones. Esto les permite manejar los problemas diarios y los desafíos mucho mejor. Para lograr esto, no hay nada mejor que darles una educación que dependa de los medios de la inteligencia emocional.

 

¿Por qué es importante ayudar a sus hijos a desarrollar la competencia social?

Desarrollar las habilidades sociales adecuadas en los niños les ayudará a construir relaciones más satisfactorias. Además, esto también les dará una imagen de sí misma más positiva y desarrollará una competencia social saludable y enriquecedora. Algo tan básico como establecer una verdadera empatía y asertividad les ayudará a formar conexiones más positivas en su entorno. Podrán manejar el bullying o prevenirlo.

Durante esta «aventura» de criar niños independientes, que tienen confianza y sobre todo felices, no debemos descuidar un aspecto fundamental: nosotros mismos. La madre, el padre, los abuelos y otros miembros de la familia son los que forman parte de la vida de este niño. Debemos dar un buen ejemplo. Nosotros somos los que podemos apreciar o dañar. Nosotros somos los que podemos dar alas para volar, o podemos construir una jaula de indecisión, dependencia y frustración. Recordemos que las palabras dejan huella, aprecian el afecto y los ejemplos marcan el camino a seguir.

 

Adquirir hábitos

– Es un proceso continuo, gradual y dura toda la vida.

– Necesita un proceso satisfactorio y agradable para el niño.

– Debe producir éxito (sobre todo en un primer momento).

– Debe ser reforzado en el momento oportuno.

– La familia debe tener paciencia y ser precisa en las descripciones de las conductas.

– Los padres deben colaborar y marcar normas claras.

– Supone un ambiente relajado, tranquilo y adaptado.

– El niño debe querer colaborar (para ello hay que motivarle).

 

Algunos consejos de autonomía según la edad

Como dije anteriormente, la autonomía e independencia no es innata sino que es un proceso de aprendizaje en el que los padres deberán respetar las capacidades del niño, su ritmo de desarrollo y abandonar el exceso de protección, los niños de pequeños se caen, se equivocan, se ponen malos y se enfadan pero el propósito no es evitar esto sino que sepan desenvolverse en cada una de estas situaciones.

– A partir de los 2 años y medio aproximadamente se debe empezar a enseñar a los niños a realizar por sí mismos ciertos hábitos acordes a su edad, como comer solos utilizando los cubiertos, dejar el pañal, caminar sin ayuda y pedir lo que necesiten llamándolo por su nombre.

– De tres a cinco años se desarrolla el lenguaje y es el momento de enseñarle a comunicarse utilizando las palabras adecuadas aunque le cueste pronunciarlas ( perro y no guau guau). También pueden empezar a adquirir vocabulario emocional. Así el niño podrá hablar sobre sus deseos o explicar lo que siente. Con relación a los hábitos, es el momento de comer sólo, empezar a vestirse y a adquirir las pautas básicas de higiene o de responsabilidad ( ej. retirar su plato de la mesa después de comer).

– Desde los 6 años: se van ampliando las tareas y las responsabilidades (hacer su cama, prepararse la ropa, ducharse…), incluyendo las que tienen que ver con el colegio (preparar la mochila…)

También:

– Organizar su tiempo: tareas cotidianas, tiempo de estudio y tiempo libre.

– Organizar su espacio personal: su cuarto, elegir su ropa.

– Otros espacios: otras casas, la calle y el centro escolar.

– Rutinas compartidas: “El encargado de…” la lista de la compra, regar las plantas, las mascotas, poner la mesa…

La mayoría de los niños funcionan muy bien con rutinas, luego lo ideal será conseguir que esos hábitos se conviertan en rutinarios. Con una práctica adecuada, los hábitos se adquieren en aproximadamente 3 semanas.

 

Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada niño y cada familia son diferentes y únicas.

 

Carolina González Ramos

Edda Virtual Solutions

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Escrito por:
2019-07-11

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