
¿Vives con cansancio? Signos, razones y tips para tener más energía
El cansancio es una sensación que todos hemos llegado a experimentar, pero, a diferencia de lo que pensamos, no debe formar parte de nuestras vidas. Puede ser signo de agotamiento, ya sea físico, mental o ambos. En este artículo te ayudaremos a identificar esos signos que tal vez has pasado por alto, así como algunas razones por las que puedes sentir cansancio y algunos tips para disminuirlo. Empecemos:
Signos de cansancio
Falta de motivación.
Hay ocasiones en que es posible que no encuentres el porqué de lo que estás haciendo y eso provoca que tardes mucho más tiempo en hacer la actividad. También puedes llegar a experimentar la sensación de no querer salir de la cama, sentir que te falto sueño o bien darte cuenta que estas a un ritmo más lento.
Disminución en concentración.
Este signo no solo tiene que ver con distraernos fácilmente, sino que se acompaña de pensamientos que pareciera de repente se difuminan y ya no recuerdas muy bien qué seguía o te cuesta hilar las ideas.
Somnolencia excesiva.
Hay ocasiones en las que, conforme el día avanza, vamos retomando energía, pero si en tu caso te das cuenta de que pasas todo tu día bostezando o incluso se cierran tus ojos cuando intentas concentrarte, definitivamente se trata de cansancio.
Ojos secos.
Siempre debemos tener los ojos humectados, pero a veces, cuando nuestro cuerpo tiene un nivel de cansancio alto o lo hemos llevado al extremo, podemos experimentar resequedad. Una forma de detectarlo es tener una sensación de arena en los ojos, ardor, enrojecimiento moderado, ser muy sensible a la luz o incluso tener molestia o sensación de pesadez al usar pantallas.
Irritabilidad y cambios de humor.
En ocasiones, el cuerpo se siente tan agotado que, cuando debemos hacer actividades o algo no sale como queremos, podemos experimentar frustración, pues queremos darle resolución pero al mismo tiempo el cuerpo nos expresa que no podemos dar más.
Dolores de cabeza frecuentes.
Así es, este tipo de dolor puede ser un gran indicador. Aunque eso sí, recuerda que se trata de una incomodidad que va de leve a moderado, es constante y para nada punzante. Se siente como si tuviéramos una banda que aprieta la cabeza.
Sensación de pesadez en la respiración.
Seguro te ha sucedido que te cachas suspirando muy frecuentemente o sientes como si tuvieras un suéter grande y pesado sobre tu cuerpo.
Dolor muscular.
El cansancio jamás viene solito, por lo que un signo frecuente es el estrés, y se ve reflejado en tu cuello u hombros. Es un dolor que incluso acompaña el dolor de cabeza.
Razones que te provocan cansancio
No dormir lo suficiente o tener un mal sueño
¿Cuántas horas dormiste anoche? ¿En esta semana? Seguramente no dormiste las 7 u 8 horas necesarias para lograr un verdadero descanso de cuerpo y mente. Actualmente, dormimos menos que nunca. El trabajo de la casa y fuera de esta, los numerosos compromisos sociales, así como el cuidado de los hijos, hacen que pospongamos nuestro sueño. Lo malo es que, si no dormimos las horas necesarias, no le daremos el tiempo necesario a nuestro cuerpo y mente de restablecerse completamente para comenzar un nuevo día. El sueño ayuda al sistema nervioso, a fortalecer las defensas, a relajar músculos y articulaciones, así como a cuidar nuestro corazón y cerebro.
En ocasiones, no solamente las horas de sueño afectan, sino también hay que identificar cómo las dormimos. Por ejemplo, lo ideal siempre será dormir temprano y despertar temprano, pues es el horario perfecto para que nuestro cuerpo pueda producir las hormonas necesarias para un descanso reparador. No te recomiendo desvelarte y dormir ocho horas durante el día, porque esto causa un desgaste a la larga. Aunque si no tienes de otra, procura que tu cuerpo no esté alerta, es decir, aíslate de ruidos y luz.
Y algo que a veces pasamos por alto son los elementos que nos acompañan al dormir, por ejemplo, la almohada y el colchón. Así no tengas mucho estrés en el día a día, una mala almohada puede provocar que despiertes continuamente, con dolor y mucho cansancio. Las más ideales pueden ser de altura media y memory foam, porque se adaptan a la forma de tu cabeza y a la posición en la que duermes.
Tener una mala alimentación
Hay muchas causas que contribuyen a la fatiga o cansancio, y una de ellas es no llevar una correcta alimentación. Hablamos tanto de los horarios como de las cantidades y tipos de alimentos. Las personas que no desayunan, que ayunan, que se saltan las comidas, que comen mucha azúcar, alimentos procesados constantemente y cafeína pueden sentirse más cansadas, pues el cuerpo no está recibiendo los nutrientes adecuados.
Así que recuerda que el ayuno no es adecuado, que debes alimentarte con tres comidas fuertes y, enmedio de ellas, tener pequeñas cantidades de alimento como verdura o algún cereal saludable. No debes dejar a tu cuerpo por mucho tiempo sin comer y recuerda que todos los alimentos son importantes, incluidos los carbohidratos.
Por lo tanto debemos agregar como mínimo alimentos como la carne, huevo, también cereales, fruta, verdura, etc. Hay que equilibrarlo y, dependiendo de tu IMC, puedes ir organizándolas. Cada cuerpo tiene diferentes requerimientos nutricionales.
Deshidratación
Esto pasa en nuestro cuerpo cuando gastamos más líquidos de los que consumimos, por lo que podemos empezar a presentar labios secos, sed extrema o incluso el color de la orina puede cambiar. Todo este desbalance va a causar, entre otras cosas, mucho cansancio, lo cual es muy normal. Digamos que el cuerpo está trabajando con mucho menos de lo que merece, por lo que su rendimiento será muy bajito.
Ejercicio excesivo
Aunque el ejercicio nos puede ayudar mucho a despertar, tener energía y sentirnos completas, lo cierto es que todo en exceso puede ser perjudicial. El cansancio es normal después de cualquier movimiento, pero cuando este comienza a afectar nuestro día, es momento de revisar si acaso podemos mejorar algo. Por ejemplo, no cargar de golpe mucho peso, permitir logros pequeños, usar los tenis adecuados, dedicar un tiempo equilibrado, dejar descansar tus músculos.
Problemas de salud física
El cuerpo siempre se comunica y expresa todo lo que está pasando. El cansancio es un síntoma y, en muchas ocasiones, no tiene que ver directamente con un solo hábito, sino que es posible que sea el resultado de alguna enfermedad que es momento de atender. Algunos ejemplos pueden ser: anemia, diabetes, hipotiroidismo, infecciones, etc.
Problemas de salud emocional
Tristemente, el mayor cansancio que podemos experimentar en nuestros días es de tipo emocional. Así es, podemos no movernos ni gastar energía físicamente, pero el estrés, los pensamientos y la carga emocional siempre cobrarán factura. Es común que si repetimos varias veces al día problemas que no podemos resolver rápidamente o incluso que no son nuestros, lleguemos muy agotados al final del día.
8 maneras de llenarte de energía.
Aquí algo que tenemos que mencionar es que el cansancio no es algo individual, sino que se relaciona con todo el mundo que nos rodea y nos pide dar todo de nosotros en cada actividad, etc. Entonces, aunque no podemos evitarlo por completo, sí podemos hacer algunas estrategias que nos permitan lidiar con estas exigencias. Todo sin que nuestra energía se acabe para que logremos sentirnos en equilibrio la mayor parte del tiempo.
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Acércate a aquello que dé paz. Ya sea dando un paseo en el parque, saliendo los fines de semana a un lugar en
donde disfrutes plenamente del paisaje o simplemente llenando tu casa de flores o plantas. Esto te hará sentir más conectada con el medio que te rodea. Puedes optar por buscar lugares de arte, naturaleza o cualquier pequeño detalle que te permita cambiar tu ambiente o tu día.
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Pon límites. Aprende a delimitar tu espacio con todos los que te rodean, ya sean tus jefes, tu familia y amigos. Debes aprender a poner tus necesidades primero que las de los demás. Esto te ayudará a recargar tus baterías personales. Eso no significa que dejarás de ser buen amigo o persona, solo debes identificar momentos en grupo e individuales, de igual forma que la escucha por los demás no te arrebate y te haga sentir preocupado todo el tiempo. Empieza por poner límites en ti.
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Llena tu estómago en las mañanas. Empieza tu día con un buen desayuno, no importa que no sientas mucha hambre. Lo ideal es que tomes tu desayuno, pero si deseas ir poco a poco, empieza con una porción pequeña y unas dos horas después inicia tu primer alimento, pues después de un ayuno de toda la noche es necesario llenarte de energía.
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Muévete. El ejercicio ayuda a mantenerte activo y llenarte de energía durante el día. De hecho, es la medicina.
Además, obtendrás un beneficio extra: dormirás mejor. Realízalo de preferencia por las mañanas, pues de esta manera es más sencillo que cumplas con esta actividad. Eso sí, ve progresivamente, no extremes tu cuerpo, inicia con estiramientos, 15 minutos, cargas pequeñas, etc.
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Dale una salida al estrés. Actividades como yoga, la meditación, tai-chi y otras actividades mente-cuerpo son excelentes alternativas para liberar el estrés provocado por las presiones de la vida diaria. Incluso puedes dedicar un tiempo específico a cantar, bailar, colorear, etc.
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Bebe mucha agua. Cuando decimos «mucha» nos referimos a la que necesita tu cuerpo de acuerdo con tu peso y estatura. El promedio son dos litros, poco más si te sientes enfermo o realizas mucha actividad física.
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Inicia organizando tu día. A veces nos frustramos por tanto que tenemos que hacer. Te recomiendo que empieces a escribir una lista cada mañana, calcules tiempos realistas e incluyas tiempos de descanso. Verás cómo te sentirás menos abrumada.
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Duerme bien. Este es un tip que cambiará tu ánimo inmediatamente. Cuida dormir tus horas seguidas, con la luz apagada, una buena almohada y, en caso de que existan días donde no lo logres, intenta realizar una siesta de no más de 15 minutos. Te ayudará a recargar energía para seguir el día.
Deseamos que toda esta información te sea de mucha ayuda. Cuéntame qué otra forma de evitar el cansancio conoces y cuál de estos consejos te ha servido más.
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