Jun 16

¿Cómo mejorar el sueño en niños pequeños? edad 8 a 12 años

El sueño, es algo que debemos cuidar muchísimo, pues tiene una importancia enorme en la vida y desempeño de los niños/as. Sin embargo, también es algo que puede ser muy difícil de monitorear, suele ser algo a lo que normalmente no se le pone mucha atención, incluso en muchas ocasiones podemos notar cambios de humor o aburrimiento, sin saber que se trata de falta de sueño o de hábitos al momento de descansar.

Lo verdaderamente difícil es saber por dónde iniciar o qué hábitos pueden ser de ayuda para mejorar este ámbito. Más difícil es acompañar esto de una conciencia sobre su importancia, poder explicar a los niños el porqué es necesario cuidar su sueño. Reconocerlo como algo indispensable y no como una imposición o castigo Aquí te presentamos algunos hábitos que ayudaran a mejorar el descanso y aumentar las horas que deben dormir en promedio. Siendo que entre los ocho y doce años un aproximado diario de sueño debe ser de 9 a 10 horas.

Elaborar un cronograma de humor y busquen información sobre los efectos del sueño.

Hacer una búsqueda de información en equipo. Incluyamos a los niños en esto, no vamos a imponer nada. Haremos de esto un juego. Toda la información que se encuentre poder ir comparándola con sus experiencias de día a día. Ayuda a que tus hijos y tú empiecen a reconocer la importancia de la higiene del sueño. No requieres de imponer reglas o cambios sino que se trata de ir elaborando juntos algunas estrategias. Todo para lograr metas especificas. Cada caso será diferente. Pueden crear calendarios con dibujos, recortes, pequeñas notas, identificar emociones, las cuales seguramente van a surgir porque todo cambio puede causar tanto felicidad como incomodidad, también pueden registrar sus logros. Incluir fotos puede ser una buena idea. Siempre intentando enlazar estas experiencias con sus hábitos de sueños, horarios, cambios en ambiente etc. Así podrán experimentar. Pueden hacer observaciones mutuas sobre los hábitos del otro. Verán desde diferentes perspectivas. Es decir, pasaremos de la búsqueda de información a la práctica y comprobación.

Evitar dispositivos electrónicos al menos dos horas antes.

Este es probablemente uno de los aspectos más difíciles. La noche suele ser un espacio desestresante o de entretenimiento por lo que los celulares, tablet y televisión no suelen faltar. Sin embargo, es preciso hacer un esfuerzo por remplazarlos. Te preguntarás porqué, bueno se relaciona con una cuestión de actividad mental y de funcionamiento del organismo. Debemos permitir que el cuerpo deje de sentirse alerta y este listo para descansar. Existen diferentes opciones de actividades. Esto mejorara sus horarios de sueño y problemas al dormir, incluso evitando pesadillas. Como ejemplo de actividades tenemos el platicar en familia, contar historias para hablar sobre temas en específico, leer cuentos. Puedes crear un plan de actividades por día que ellos esperen con muchas ansias. Así la ausencia del celular o dispositivos se hará menos evidente. También puedes iniciar de poco en poco. Evitando estos dispositivos una vez a la semana e ir aumentando los días.

Todos vamos al dormitorio temprano

Los hábitos se aprenden por medio del ejemplo y la pertenencia en muchas ocasiones. Los más pequeños aman entender el mundo adulto a partir de realizar las mismas actividades que sus padres. La imitación puede ayudar mucho a crear nuevos hábitos. Aunque quisiéramos que las reglas no aplicaran para los adultos. El sueño también nos afecta. Hacerlo a la par de tus hijos ayudara a que no lo consideren castigo sino algo natural. Lo adecuado es hacerlo de manera paulatina, vayan disminuyendo quince o diez minutos, por día, a lo que están acostumbrados.

La cama solamente es para dormir.

Aunque la cama tiene como objetivo ser nuestro espacio de descanso y sueño, muchas veces solemos utilizarla para muchas actividades, lo cual puede evitar que utilicemos correctamente este espacio. Suele ser un sitio para divertirnos, usar el celular, ver películas, hacer la tarea, etc. Nuestro cerebro no únicamente pensara en la cama como área de descanso, sino como un mundo de posibilidades. Al acercarnos a ella la mente pensara en mil y un posibilidades que podría realizar. Menos dormir. Entonces, aunque los niños estén acostados no dormirán en nuestra ausencia. Si empezamos a utilizarla solo de noche y para descansar. Al estar en ella entraremos en un estado de tranquilidad y menor ansiedad.

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Dormir en un espacio silencioso y obscuro.

Realizar pequeños cambios en los estímulos de la habitación ayudara a mejorar la higiene del sueño. Mientras menores sean los estímulos, el cerebro se mantendrá con menor actividad y evitará que sea un espacio para pensar. De lo contrario se encontraría a la expectativa. Como si algo fuera a suceder en cualquier momento evitando un descanso óptimo. Uno de los grandes consejos es dormir a obscuras. Muchos niños pueden presentar temor ante la obscuridad. Si es el caso podrías buscar una luz tenue, incluso una luz roja, se ha comprobado que puede ayudar mucho a descansar. También se deben evitar sonidos, etc. y a la par comenzar a tratar esa fobia acudiendo con un especialista. La idea es ir al fondo de dónde se creo el temor para hacer pequeños acercamientos a la meta, así mejorará su descanso.

Recuerda que el paso más importante es tener paciencia y ser constantes. Que los hábitos se conviertan en un proyecto familiar. No solo les ayudará a mejorar su energía y desempeño en sus actividades cotidianas sino también a su autocuidado, entenderán que deben poner cuidado en todos los aspectos que puedan perjudicar su salud mental y física. Y no queda de más recordar que el hecho de que toda la familia descanse mejor puede ayudar bastante a su relación y humor. Disfruta este proceso y aprendizaje de la mano con los peques.

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