Consejos para lograr tus deseos y metas (y no posponerlas)
¿Por qué posponemos nuestros sueños? Esta pregunta es una de las más difíciles de responder, pero también
de hacernos porque está acompañada de emociones como la frustración, la tristeza y la confusión. Las metas, deseos y sueños son algo que nos recuerda el rumbo que queremos darle a nuestra vida, por lo que pueden llegar a ser muy importantes, y es por esto que cada tanto solemos hacer un repaso de eso que estamos logrando y de lo que no, por ejemplo, a inicio de año, a finales del mismo, cada vez que inicia la semana o el mes.
Hablar de las metas no logradas es complicado, pero necesario para romper con patrones o disminuir ciertas acciones que tal vez no nos estén ayudando tanto. En este artículo hablaremos un poco sobre las razones por las cuales posponemos nuestros sueños o dejamos de lado nuestros deseos o metas, para después pasar a hablar sobre consejos que te ayudarán a ser más ordenado y lograrlos por fin.
¿Por qué posponemos nuestros sueños?
No hacemos planeaciones: Este suele ser de las principales dificultades, pues a veces recitamos mentalmente cuáles son nuestras metas, pero la realidad es que no las ponemos ni en papel ni en acción, y pueden olvidarse fácilmente o venir a la memoria solo en momentos específicos.
- Necesitamos más organización: En ocasiones nos levantamos e iniciamos nuestro día conforme vamos
recordando cosas o viendo actividades que debemos hacer. Eso puede llegar a evitar que concretemos las metas porque solemos tener más tiempo quemado en actividades pequeñitas que, al final, nos comen todo el día. Esto suele estar muy relacionado con la sensación de que el tiempo no nos alcanza. - Ser demasiado exigentes: Ojo, aquí jamás diremos que hay sueños no realistas. Al contrario, impulsarte es nuestro trabajo. Sin embargo, en ocasiones somos demasiado demandantes con nosotros mismos y no tomamos en cuenta otras necesidades o tiempos. Caer en una exigencia tan enorme puede hacer que nos frustremos un montón porque de un día a otro queremos hacer todos los cambios y metemos actividades que definitivamente se contraponen con otras que requerimos para nuestro bienestar. Por ejemplo, algo muy común es sacrificar horas de sueño, y por eso es que al otro día estamos cansadísimos y, al cabo de una semana, tiramos la toalla.
- Comparamos nuestros avances: Muchas veces las metas tienen origen en compararnos con otros, y aunque
puede servir al inicio como impulso, la realidad es que no todos vivimos bajo las mismas condiciones. Por lo tanto, no te funcionará de la misma forma, y en lugar de disfrutar tus avances, terminarás frustrado y triste, abandonando todo. - Deseamos resultados inmediatos: Nuestros sueños son grandes y requieren de tiempo. Muchas veces intentar algo nuevo puede hacernos sentir vulnerables o poco capaces, sobre todo porque somos nuevos y, claro, no tenemos ciertos aprendizajes aún. Pero brincar esa bardita y permitirnos fallar y no ver resultados inmediatos es la llave al éxito: disfrutar el momento y ver los pequeños logros.
Como estos, hay muchas otras razones que nos pueden estar impidiendo avanzar como quisiéramos. Puede que sean más particulares según la situación de cada persona. Solo recuerda que no se trata de fallas como tal, sino de condiciones y exigencias de tu día a día. No hay nada malo contigo, solo requieres desarrollar algunas nuevas habilidades, por lo que el apartado que sigue te será de mucha ayuda.
Tips para lograr tus metas
1. Enlista tus metas según tus prioridades:
Esto es lo primerito. Hay ocasiones en que nos llenamos de nuevas metas, sobre todo a inicio de año. Aunque es posible que deseemos todas esas metas con las mismas ganas, lo importante es pensar en la funcionalidad. ¿Qué necesito lograr primero? ¿Qué me serviría más? Por ejemplo, si tienes en esa lista aprender a manejar o aprender a tejer, dependiendo de tu situación le darás el primer o segundo lugar.
En caso de que te transportes grandes distancias y gastes más en pasajes, o debas aprender a manejar para transportar a tus hijos y así agilizar tus tiempos, el tema del tejido sería más bien un hobby. Bueno, ahí lo tienes: va primero manejar y después tejer. Esto porque, si logras agilizar más tus tiempos y ahorrar, te ayudará mucho a cumplir el segundo, pues tendrás tiempo y dinero para cursos.
2. Calendariza y haz tu itinerario diario:
Una vez que ya priorizamos, vámonos a lo interesante: cómo lo organizamos. Dependiendo de eso, y tomando en cuenta horarios fijos como los de tu trabajo, traslado, comidas, irás acomodando por tiempos desde más amplios hasta más pequeños según la prioridad, cada una de tus actividades. Recuerda que la tecnología siempre puede ser tu aliada. Te recomiendo pedir al chat GPT que te prepare ese itinerario con tus metas, tiempos y especificaciones. Te sorprenderá lo bien que queda todo.
3. Haz metas de tus metas:
Aunque parezca gracioso, es un gran tip. Marca todas tus metas con submetas. Es algo así como evidenciar el proceso. Por ejemplo, si hablas de manejar, puedes poner como submeta aprender tales artículos de manejo, llevarlo a tanta distancia, en ciertas condiciones climáticas, etc. Y eso, en conjunto, al final te evidenciará todo lo que has logrado. Así, lograr la meta final no será tan complicado o lento.
4. Identifica tus tiempos hormiga:
Seguro has escuchado sobre este término de hormiga. Tiene que ver con esas pequeñas cosas que ni notamos, pero que consumen todo al final. Hay que buscar y mirar qué nos distrae, qué no nos deja cumplir esos horarios que tanto quisiéramos. Normalmente puede ser mirar el celular o pantallas. Lleva tu tiempo; incluso en redes puedes pedir que te avisen cuando tu tiempo permitido por día se termine.
5. Haz lo más parecido:
Hay sueños que ya son muy difíciles de lograr por cosas que simplemente no podemos cambiar de inmediato o que incluso no estamos dispuestos a dejar ir. Pero, lejos de rendirnos, busquemos una alternativa a ese sueño. ¿Cómo funciona esto? Piensa en la razón por la que quieres lograr ese sueño. Puede ser sentirte reconocido, inteligente, capaz, querer desarrollar una habilidad que pocos tienen, enseñar a las personas, etc. Ahora, imagina con qué otra actividad te puedes sentir de esa misma manera. Puede ser siendo maestro, logrando un importante proyecto en la oficina, practicando algún deporte en el que tengas la posibilidad de entrenar seguido, viajar a un lugar exótico aunque sea por un tiempo corto, etc.
Lo principal es que distingas las motivaciones por las que deseas ese sueño en particular y disfrutes de la sensación de lograrlo, aunque este sea algo diferente de lo que querías en un principio. Este logro le dará impulso positivo a otras áreas de tu vida. Por ejemplo, si quieres aprender inglés, pero no cuentas con presupuesto o tiempo para tomar clases con profesores en vivo, puedes buscar videos y aplicaciones. Hacer tu propio plan y tal vez no lograr en un mes o dos el nivel tres, pero sí el básico.
6. Evita el autocastigo y continúa cuando sea prudente:
A veces la vida nos juega cambios que no podemos controlar, y es parte de ella. En ocasiones, cuando venimos de una buena racha de cumplir con los itinerarios y de repente algo pasa que hace que lo dejemos por días o semanas, ya nunca regresamos y lo dejamos ir. Recuerda que lo aprendido nadie te lo quita. Date la oportunidad de volver a iniciar o repasar hasta donde te quedaste. No pasa nada si las metas no se dan al pie de la letra. Lo más importante es que las podamos cumplir.
Esperamos que todos estos consejos te puedan servir de mucho. ¿Qué otros consejos crees que puedan ayudar en este proceso?
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