Actividades para niños con discapacidad – capacidades diferentes
Sin importar el tipo de discapacidad, existe una actividad recreativa ideal para el estímulo de cada niño. Todos merecen que se les brinde tiempo de calidad, y que puedan distraerse y disfrutar de un espacio de tiempo agradable. A continuación, conocerás algunas divertidas actividades para niños con capacidades diferentes.
Niños con discapacidad sensorial
Los niños con discapacidad auditiva o sordomudos son muy perceptibles con sus sentidos funcionales. Tienden a responder muy bien a los puzzles visuales y coloridos, y aquellas actividades de interpretación.
Te vendrá bien invertir en algunos juegos en los que puedan demostrar sus destrezas, o sencillamente tener alguna pizarra sobre la cual puedan dibujar y hacer uso de la mímica. Además, las actividades al aire libre en familia pueden incluirse entre las opciones, siempre que se realicen en un lugar seguro y que se adapte a su necesidad.
En el caso de los niños con incapacidad visual o invidentes, las actividades deportivas se limitan un poco, pero con algo de ingenio se pueden adecuar, como formar un trenecito por el parque o guiar hasta el tesoro perdido con instrucciones de “izquierda” y “derecha”.
El canto y los instrumentos musicales forman también parte de una actividad recreativa que puede detonar en el niño el desarrollo de una habilidad aún no descubierta. Muchos aún recordamos la impactante actuación del joven pianista y cantante Jodi Lee, en el America’s Got Talent. Pese a su discapacidad visual y su condición autista, removió las emociones con su interpretación.
Niños con discapacidad intelectual
El deporte es uno de los juegos más beneficiosos para los niños con discapacidad intelectual, y cientos de casos demuestran el éxito que estos han tenido en la vida de muchos de ellos.
Atletas olímpicos como Fernando Batista y los hermanos Rodríguez, han motivado a muchos deportistas a vencer cualquier barrera que pueda presentarse.
Los juegos didácticos que se realicen con cada niño deben adaptarse a su caso específico. De otro modo podrías estresarlo, aburrirlo y no lograr el objetivo educativo o recreacional. Lo más importante es que el pequeño disfrute de su actividad, y que pueda sacarle provecho en su salud física y emocional.
Niños con discapacidad física
Generalmente los niños con discapacidad física pueden –y necesitan– moverse a su ritmo, para mantenerse más saludables.
Juegos como “El Escultor” puede hacer de una tarde con sus amigos, un momento inolvidable. Este consiste en formar parejas para “crear” esculturas con sus cuerpos. Uno de ellos moverá las extremidades del pequeño, quien deberá permanecer inmóvil el mayor tiempo posible.
Por otra parte, según el tipo de discapacidad, pueden adaptarse algunos deportes físicos con implementos mucho más ligeros. Por ejemplo, básquetbol en silla de ruedas, tenis de mesa, voleibol o “La Papa Caliente”.
Muchos niños con discapacidad llegan a desarrollar impresionantes habilidades, como la escritura, escultura o la pintura. Prueba viva de ello es la pequeña Kate, con distrofia muscular y una colección de hermosas pinturas en lienzo, y la joven Shaysta, quien sufre desde muy pequeña una discapacidad físico-motora provocada por un accidente, autora de detallados dibujos hechos con sus pies.
Niños con discapacidad cognitiva
En este caso, mayormente la estimulación se ajusta a las necesidades del niño y al objetivo que persigues. Esto no significa que no lo vaya a disfrutar, pero es necesario ser flexibles y pensar en cómo contribuye con su desarrollo en materia de aprendizaje, memoria e interacción social.
Necesitarás de algunos implementos o herramientas que complementen el juego para lograr dicho estímulo. Por ejemplo, un colorido juego de memoria, puzzles sencillos y juguetes con sonidos que ejerciten su vocabulario y reconocimiento de objetos, formas, animales o sentimientos.
Al pensar en actividades recreativas para niños con discapacidad cognitiva, debes ser sumamente flexible y estudiar a qué tipo de juegos se adapta mejor y disfruta, y a cuáles sencillamente no responde.
Pese a que pueden existir algunos miedos infundados respecto a la crianza de un niño con este tipo de discapacidades, es conmovedor ver cómo muchos de ellos desarrollan destrezas laborales, pintan y diseñan de formas asombrosas. Ese es el caso de Daniel e Ilse, jovencitos con Síndrome de Down, que trabajan en la Cafetería Tres 21 Arte-Café.
Tu pequeño puede percibir el esfuerzo que hacer por adaptarte a sus necesidades, dedicarle valioso tiempo de calidad y hacer que pase un rato divertido. Aunque en algunos casos le sea difícil expresarlo, todo esto te lo retribuirá con ternura y un amor incondicional.
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