¿Qué te interesa?

6 tips para aceptar y amar tu cuerpo como es

Nuestro cuerpo es lo más importante que tenemos, sin él realmente no podríamos hacer nada, incluido existir como tal. Sin embargo, seguramente te ha pasado que en ocasiones no amas tanto aquello que ves en el espejo. Aunque no lo creas, es parte de la norma. Ojo, no digo que deba ser algo presente en todas las personas, pero sí digo que resulta más común de lo que pensamos, y en realidad no se trata de algo que venga directamente de la persona de manera individual, sino que es algo que la sociedad nos ha ayudado a construir.

Así es, el hecho de que existan cosas que desees cambiar en tu cuerpo, que no aceptes ciertas características, no indica que algo esté mal contigo, sino, por el contrario, todo es perfecto en ti. Pero el tema está en cómo hacemos para callar esos mitos, comerciales y promociones.

Bueno, empecemos por entender cómo funciona. En este artículo vamos a explorar un poquito sobre cómo es que el mundo ha construido nuestras inseguridades y algunos tips para reconciliarte con tu cuerpo.

Iniciemos por lo primero, ¿alguna vez te has preguntado en qué momento empezaste a estar incómoda con esa parte de tu cuerpo? Muchas veces, la respuesta a esto son eventos específicos que iniciaron por comentarios de otras personas, es decir, éramos felices hasta que alguien dijo que teníamos algo diferente.

Hoy en día, algo triste es que en este mundo ya no se busca crear cosas nuevas o que nos permitan ser distintos, sino que las propias industrias y gobiernos desean un orden que a ellos les garantice poco descontrol y, por otro lado, ingresos económicos. Es por eso que han creado un montón de formas de convencernos de que hay algo «correcto», de que todos debemos ser exactamente iguales: ciertas formas de cuerpo, ciertos rostros, colores de cabello… incluso, por temporadas, logran vestirnos de tonos parecidos porque es lo que se vende en todas las tiendas.

Por otro lado, otra industria que ha conseguido hacerse millonaria es la dedicada a hacer procedimientos estéticos. Por ejemplo, a nivel mundial se calculan hasta ochenta mil millones de dólares en esta industria, y se estima que en menos de cinco años alcance el doble.

Tal vez, pensando en quiénes son los que ganan y dimensionando esto, podremos comprender el porqué de la violencia que vemos día a día para lograr que entremos en este mundo y les demos ganancias. Porque, aunque no accedamos a operaciones, sí compramos cremas, cosméticos, acudimos a grandes cadenas que prometen lograr que tengas el cuerpo que quieres o que realmente te han convencido de que deseas.

Aquí hay algo muy interesante, y es que nos han vendido dos cosas principales que, como mujeres, tenemos que evitar: los cuerpos grandes que ocupan espacio o cuerpos que envejecen. Hablando de los primeros, simplemente son cuerpos que rompen y no siguen estándares, que cuestionan por el hecho de existir. Nos han enseñado que debemos disimularlos, y la realidad es que no todo cuerpo grande es un cuerpo enfermo.

Pueden haber personas con muchos mejores hábitos y salud en esta población que en personas delgadas, pero ahí nadie pregunta ni critica su salud. Pero sí se retoma otro discurso: el de no tener suficiente pecho o glúteo, el no ser muy bonita o tener el cabello de cierta forma.

La realidad es que, cuando volteamos a ver el número de empresas que están metidas en esto, podemos entender por qué jamás alcanzaremos todo lo que nos piden, porque es imposible. Inclusive, quienes retomamos como imagen de lo deseado no cumplen, pues se utiliza tecnología para modificar aspectos; se muestra solo lo deseado.

Por ejemplo, esas mujeres de portada también tienen zonas con flacidez en la piel, barritos, sudan, se les cae el cabello, envejecen; son personas simplemente que tienen procesos biológicos, cosas naturales. Sin embargo, nos han convencido de que no, y así vivimos años y años intentando ser perfectas en todo.

Lo más triste es que lo han hecho tan bien que nos han convencido de hacer lo mismo con quienes nos rodean. Piensa en esas veces que usaste el cuerpo de alguien para insultarlo, cuando la realidad es que tú estabas en desacuerdo con alguna actitud que nada tenía que ver con su cuerpo. Es entonces cuando nos detenemos a pensar y nos damos cuenta de que no valoramos muchos otros aspectos, y que eso que veíamos tan grave no lo era. Inténtalo viendo fotos de esa niña pequeña o de años anteriores.

Es momento de cuestionarnos qué tanto valía la pena no disfrutar esa playa, ese paisaje precioso, ese momento en familia con personas valiosas, tu propia compañía, esa comida deliciosa, solo por no alcanzar uno de los miles de estándares que nos dan. Yo no digo que no tengamos derecho de modificar algo de nuestro cuerpo o entrar en este juego, sino que es adecuado mirar que, primero, tenemos que tener mucha conciencia de lo que significa, de dónde viene, entender que no es algo que esté mal en nosotros y, después, lograr que estos procesos no sean violentos para nosotras. Así es, puedo ir al gimnasio, pero lo que no es justo para nosotras y el propio cuerpo es recriminarnos todo el tiempo, autocastigarnos, entrar en trastornos alimenticios. Lo que se vale es sentir nuestro cuerpo sudar, moverse, disfrutar, reírnos, consentirnos, escucharnos.

De ahora en adelante te invito a no perderte de experiencias que pudieron ser increíbles. Porque una realidad es que, por todos esos malos momentos que has experimentado sin amar o cuidar tu cuerpo, nadie más lo tiene tan presente.

6 tips para amar tu cuerpo

1.- Piensa de dónde viene tu incomodidad. Aquí inicia el cambio, deja de pensar que el problema eres tú. Todos

tenemos nuestra propia historia, entonces, recuerda cómo fuiste construyendo ese dolor y rechazo. Es necesario que veas los porqués para después darles solución. Una vez que los tengas claros, te recomiendo que optes por imaginar que se trata de una niña pequeña a la que tienes que cuidar y defender. ¿Qué responderías? Ve a buscar todos los datos que necesites para constatar las respuestas que darías a esta pequeña. Iniciemos el cuidado con esto.

2.- Atrévete a tener experiencias. La primera experiencia que te pido es que puedas observarte unos segundos al día sin crear críticas. Simplemente colócate frente al espejo y describe lo que te gusta. En cuanto vengan esos pensamientos que tanto has acostumbrado sobre lo que no te gusta, deténlos y aléjate abrazándote y diciendo algo lindo de ti. Puedes hacer uso de comentarios de otras personas. No solo describas lo físico, sino también todo lo que hay en tu interior. Segundo ejercicio: busca todo aquello que te han dicho que no te queda. Por ejemplo, pensemos en la colorimetría y atrévete a tener una experiencia. Ponte eso que dejaste de lado porque te dijeron que no y a ti te gustaba, y mira cómo nada sucede. Juega un rato con lo que tu cuerpo puede hacer y recuerda que lo que no sabe es por falta de experiencia, es decir, puedes aprenderlo.

3.- Escribe y repite aquello que te gusta. A veces nos concentramos en lo que no creemos tener, piensa en lo que te agrada y potencialo. Escríbelo en notitas por todos lados para leerlo cada vez que lo necesites.

4.- Concentra tus avances en tus propios estándares. Si deseas cambiar algo, por ejemplo, cabello, rostro, estómago, brazos, etc., empieza por crear otras metas distintas a las que tienen que ver con la industria, y mira todos los beneficios que tiene para darnos nuestro cuerpo. Ejemplo: Si empiezas a correr a diario, pon metas de distancia, resistencia, ritmo cardíaco, niveles de felicidad, etc., evita a toda costa buscar bajar de peso. Si cambias tu alimentación, lo mismo: piensa en poner metas como aprender a cocinar cosas nuevas y ricas, mejor digestión, estado de ánimo, niveles de energía, etc.

5.- Diversifica lo que consumes: Este es un paso indispensable, pues todas las voces que nos rodean tendrán un impacto en nosotros. Entonces, empecemos por ahí. Así como hay voces que te dicen que no vas bien, hay mucho activismo en redes sociales, por ejemplo, sobre el body positive. Seguir a personas que hablan de todas sus facetas, con cuerpos diferentes, te permite desmontar la mentira que te han vendido. Sigue sitios de comida que no tengan la meta de violentarte para que consumas ciertos alimentos, sino que te inviten a probar y divertirte. Empieza a elegir diferente.

6.- Pon el ejemplo: A veces cuesta un poquito, pero inicia cambiando tu lenguaje. Desde evitar hablar del cuerpo de los otros hasta del propio, háblate con cariño, cuida mucho tu lenguaje y pon el ejemplo.

Deseamos que todos estos tips y explicaciones te ayuden mucho en este nuevo camino, que te aseguramos será lo más hermoso. Cuentanos ¿Qué te llamó más la atención? ¿Qué opinas?

ico nancy
Escrito por:
2025-05-13

¿Te gustó el artículo? ¡Regálanos un like o compártelo a tus conocidos!

Compartir en WhatsApp

También te puede interesar:

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.