¿Qué te interesa?

Madres primerizas: cómo afrontar los sentimientos y los miedos posparto

Muchas madres primerizas se sienten abrumadas por una variedad de emociones antes y después de dar a luz. Algunos de los sentimientos posparto más comunes son la alegría, el amor y la felicidad, pero muchas madres primerizas también experimentan miedo, ansiedad y depresión.

En esta etapa de nuestras vidas, pasamos por muchos cambios, tanto en nuestra propia familia, hormonales, físicos y demás, por lo que éste puede ser un momento difícil tanto para la futura mamá primeriza. En esta entrada del blog, hablaremos de algunos de los miedos más comunes que tienen las nuevas madres y ofreceremos algunos consejos sobre cómo hacer frente a estos sentimientos.

Miedo a que el bebé no esté sano

Una de las preocupaciones más frecuentes es esta. A algunas mujeres les preocupa que sus

embarazos no estén progresando bien o que hayan hecho algo que podría ser perjudicial para la salud del bebé. La futura madre podría estar preocupada de que su cuerpo no pueda llevar a término el embarazo si anteriormente tuvo un aborto espontáneo, dio a luz antes de tiempo o tuvo problemas de fertilidad. En realidad este es un miedo muy constante, por lo que algo que podemos hacer para aminorarlo es prepararnos con información, no me refiero a entrar a internet y ver el mundo de posibles enfermedades en el mundo, sino de enfocarte en tu caso particular, ir con tu medico y expresarle todos tus miedos, que te hable de probabilidades, de qué se debería hacer en caso de que eso suceda, etc., es posible que no podamos eliminarlos pero si podemos hacerlos nuestros amigos, como una manera de hacer todo para evitar que sucedan, de tal manera no te sentirás tan vulnerable y tu posición será más activa, no esta mal tener miedo, la cosa es cómo los abordamos.

Miedo al cuidar al bebé

Otro de los temores más comunes de las nuevas madres es el miedo a no poder cuidar de su bebé. Puede ser un sentimiento muy abrumador, pero es importante recordar que no estás sola. Hay muchos recursos disponibles para ayudarte a cuidar de tu bebé. Si crees que no eres capaz de cuidar a tu bebé, busca la ayuda de un profesional sanitario o de un grupo de apoyo. Recuerda que nadie nació sabiendo, es decir, se aprende a ser madre y en ese sentido, siempre es posible aprender nuevas formas de cargarlo, alimentarlo, puede ser difícil sobre todo por que estará acompañado de llanto, pero no significa que estés haciendo algo mal, el bebé se sigue adaptando a su medio. Algo que ayuda mucho son los cursos prenatales, de igual manera si te sientes solita al momento de hacerlo, haz uso de todos tus medios, desde colocarte en lugares que te den tranquilidad de que si algo sale mal podrás arreglarlo fácilmente, también puedes usar bastante la tecnología, desde aquellas aplicaciones o aparatitos que te dicen cómo va la respiración del bebé, que te permite verlos, que te indican cómo deben dormir, que te despiertan amablemente cuando es hora de darle de comer, cambiarlo, esa ropita fácil de poner y quitar, productos que cuidan su piel y hacen más fácil todo. Recuerda siempre consultar a tu pediatra, para saber si la información es adecuada para tu caso.

Miedo a los cambios en la vida social y personal

Una realidad que suele doler es que las cosas no volverán a ser iguales, pero alto no significa que serán malas o peores, pueden incluso mejorar. Solo serán diferentes, la vida social se puede volver difícil por las nuevas responsabilidades, incluso la relación de pareja tiene otros objetivos ahora. Haz un listado de todas las cosas que amabas hacer en compañía de tus amigos, familia, y pareja, ahora identifica cómo puedes ahora adaptarlas a tu nueva rutina, ponles fecha. También debemos aprender a pedir ayuda, expresa tus necesidades y deseos. Algo que se vuelve increíble es crear espacio de cuidado comunitario donde alguien cargue al bebé mientras mamá come, que alguien juegue con él mientras papá va al baño o se divierte con mamá. Busca a tus aliados, identifica quienes estan dispuestos y quienes no y negocia, de esta manera mínimo en una de cada dos salidas te podrás sentir con mucha libertad para explorar y no preocuparte tanto.

En cuanto a la pareja, hagan lo mismo, hablen de actividades que aman y retomen espacios mínimo una vez por semana, de igual manera hagan algo grande una vez al mes. Lo más importante hablen de todas las diferencias que han surgido, pues recuerden que ambos estan viviendo cosas nuevas y es necesaria la adaptación sin necesidad de terminar peleando, sino hacerlo desde el amor y la escucha.

Miedo al volver al trabajo

Otro de los temores más comunes de las madres primerizas es el de volver a trabajar. Esta puede ser una transición difícil para muchas mujeres. Si te sientes ansiosa por volver al trabajo, habla con tu empleador sobre tus preocupaciones y pregúntale si hay alguna flexibilidad en tu horario. Además, intenta encontrar un grupo de apoyo o una comunidad online de madres trabajadoras para conectarse. No olvides también darle un ojito a tus derechos y contrato, en cuanto a días de descanso, por ejemplo, en México es ley poder entrar una hora después o salir una antes cuando se tiene niños pequeños por la tutela, de igual manera debe haber espacios para tema de lactancia o posparto. Aquí mi mayor consejo es buscar esas empresas que sean amigables con el proceso. También puedes optar por buscar aquella que tengan home office, solo mucho cuidado ahí porque debes aprender a ser muy cuidadosa con lo explotarte a ti misma y pasar todo el día en la computadora.

 

Te puede interesar: Recomendaciones de expertos para estimular la audición en el recién nacido

 

Cambios físicos

Por último, muchas madres primerizas se preocupan por los cambios en su cuerpo tras el parto. Es habitual experimentar un aumento de peso, estrías y cambios en el tamaño de los pechos. Estos cambios pueden ser difíciles de aceptar, pero es importante recordar que tu cuerpo ha pasado por mucho y que tardará en recuperarse.

Sé paciente contigo misma y date tiempo para sanar. De igual manera recuerda que no le debes nada a nadie, la sociedad suele estar regida por esa sutil violencia estética, donde el día antes del parto tu pancita es lo más bello pero al otro día resulta que ya no, así no son las cosas tiene que ver con una lógica que cuida otros intereses y no los tuyos. Haz lo que te haga sentir cómoda, acepta tu cuerpo, en el sentido de míralo, ve todo lo que puede brindarte y si quieres ayudarlo con pequeños ámbitos para su recuperación busca todos los medios que hay, evita todo lo abalado por la ciencia, evita lo que te venda bajar de peso y busca aquello que te ayuda a fortalecer tus músculos, a evitar la resequedad, el dolor posparto, a recuperar tu resistencia, tu energía, etc., Uno de los ámbitos que te recomiendo es necesario de incorporar, de acuerdo con las indicaciones de tu medico es con los ejercicios para tu suelo pélvico, para evitar incontinencia. De igual manera iniciar con pequeños estiramientos, cuidar alimentos que te permiten desinflamarte, duerme mucho y no tengas prisa.

Recomendaciones

Si eres una madre primeriza que lucha contra los sentimientos o temores posparto, debes saber que no estás sola. Hay muchos recursos disponibles para ayudarte a afrontar estas emociones. Busque la ayuda de un psicólogo en línea o de un grupo de apoyo si cree que lo necesita. Y recuerda que se trata de una fase temporal y que las cosas mejorarán con el tiempo. Escribe en los comentarios de abajo y dinos cómo estás afrontando los sentimientos y miedos del posparto.


¿Te gustó el artículo? ¡Regálanos un like o compártelo a tus conocidos!

Compartir en WhatsApp

También te puede interesar: