Definitivamente es uno de los temas más escuchados hoy en día, incluso se ha convertido en un requisito laboral donde lo que te preguntan es qué tan bueno eres siendo resiliente. Bueno, pues pareciera que esta característica debe ser ya un requisito en la vida diaria y es posible que nos surja esta sensación y deseo por serlo para así poder superar lo que sea. Debido a que es un tema muy común pero poco comprendido, hemos creado este artículo para que puedas entender un poco sobre el concepto, lo analicemos juntos y podamos desarrollar algunas habilidades para superar de mejor manera los problemas a los que nos enfrentamos a diario. 

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad que se tiene para adaptarse y superar algunas situaciones difíciles o de adversidades. Así es, y aquí es que empezaremos por jalar el concepto más importante: Adaptación. A diferencia de lo que muchos piensan sobre que se trata de una característica que tienen muchas personas porque así siempre han sido o que alguien es resiliente porque ya sabe qué hacer frente a las situaciones, pues no.

La resiliencia es justamente esa capacidad de aprendizaje que todos tenemos, se trata de una habilidad que iremos puliendo conforme tengamos experiencias y cabe recalcar que no hay nadie que pueda ser súper resiliente en todo, porque somos muy diversos al igual que las cosas que enfrentamos.

 

Entonces, alguien puede adaptarse perfectamente, por ejemplo, a cambiar de casa y escuela, pero no es igual cuando tiene problemas referentes al dinero. En una ha logrado superar todo poco a poco, resolviendo poco a poco y abierto a aprender, y en la otra no, no sabe qué hacer y la ha pasado muy mal y no ha logrado adaptarse.

Entonces, esto de la resiliencia es un concepto que nos ha venido a retar, porque ahora no solo nos preocupamos por el problema propio sino por ser catalogados como capaces. Recuerda que cuando una persona se enfrenta a cosas nuevas es normal que falle, pero mientras vaya aprendiendo es más probable que pueda superarlo, y si no lo logra no es que esté mal, seguro también se lleva aprendizajes. La vida va muy rápido y con ello todo el tiempo nos piden productividad, así que tranquilo, no todo el tiempo tienes que poder con todo. Aquí algo muy importante, nadie tiene por qué saber cómo actuar ante algo que jamás ha vivido; si contaba con habilidades que le ayudaron, genial, pero si no, no debe haber culpa, solamente se trató de que no tenías esa necesidad antes y listo.

Ahora que está aquí, podemos abrir la posibilidad a ir entendiendo la situación para ir adaptándonos, y también hay que nombrar el malestar en ese proceso. Adaptarse no es fácil ni tranquilo, ni bonito. Es caos y movimiento, reacomodo todo el tiempo. Entonces, dirás: ¿Entonces, es necesario ser resiliente? En caso que sí, ¿Cómo se hace?

Pues mi respuesta sería, es necesario ser humano, permitirte fallar y aprender, pero sobre todo cuidarte. Retomemos esto de la resiliencia como una manera de evidenciar pasos que pueden ayudarte a desarrollar habilidades ante esto que te presenta la vida, ante este cambio o problema. Entonces, veamos:

¿Cómo ser más resiliente?

Identifica todos los cambios.

Para enfrentar esto que te está sucediendo, tienes que nombrar qué cambios representa para ti esto que vives. Pueden ser pérdidas físicas, cambios emocionales, de significados. Por ejemplo, si se trata de una ruptura de pareja, puedes pensar en qué cosas de tu rutina van a cambiar, qué otras permanecen, ahora qué piensas de esa persona, qué piensas de ti, etc. Haz una lista porque esa será una guía muy importante.

Busca situaciones parecidas y con qué habilidades cuentas.

Así es, una vez que vemos de frente todo lo que hay que hacer y lo que cambió, hay que darnos un chapuzón en nuestra historia sobre todas esas situaciones que pudieron parecerse para identificar qué hicimos y qué puede servirnos ahora. Hay que ver qué habilidades ya tenemos para enfrentar todo eso. Haz de cuenta que también lo pondrás frente a tu lista anterior.

Busca qué habilidades te faltan.

Súper importante hablando de adaptarse, busca qué necesitas pulir, qué crees que te costará más y busca todas las herramientas para aprender cosas nuevas. Es posible que muchos aprendizajes vengan solos, pero puedes crear situaciones específicas para aprender otras habilidades.

Permítete experimentar.

Es difícil no aferrarse al pasado o al momento donde no tenías que ser valiente y resiliente para enfrentar lo que no está en tu control, pero a veces solo en la práctica podremos crear esta persona fuerte. Intenta, comete errores y permítete vivir esto, vive tu presente.

Toma el tiempo necesario para descansar y cuidar de ti.

Esta habilidad toma mucho tiempo y energía, por lo que date espacios solo, de tranquilidad, donde no tengas que buscar resolución todo el tiempo. Permítete olvidarte del mundo un rato y concentrarte en ti y tus emociones.

No ocultes tus emociones.

Aquí es súper común que se confunda resiliencia con insensibilidad. Una persona que llora, se queja, comparte y es cambiante emocionalmente también es resiliente porque justo eso es lo que le permite aprender y adaptarse. Si no, hablaríamos de robots o de personas que sí sienten, pero que se ocultan y se sobrecargan hasta explotar. Entonces, permítete llorar y expresarte, siempre desde el cuidado propio y de los demás.

Crea redes de apoyo.

Así es, tendrás muchos días en los que no querrás levantarte o hacer cosas para resolver la vida. Es en ese instante en que las personas que amas te cuidarán y te ayudarán, incluso te motivarán y ayudarán a ver lo que has logrado.

Detente a ver tus logros.

Aunado al punto anterior, hablar de logros es nombrar desde los más pequeños hasta los más grandes. Entonces, lo que te ayudará a ser resiliente también es ver qué has logrado y qué falta. Esto te dará fuerza, pero también mucha reflexión.

Eso sí, ten por seguro que sea lo que sea que estés viviendo te dará aprendizajes. De ti depende un poco el enfoque que les des y las decisiones que vayas tomando. Nunca será fácil lograr esta característica, pero con mucha paciencia y autocuidado seguro que te darás cuenta de todo lo logrado en un abrir y cerrar de ojos. Y a ti, ¿qué punto te parece más importante?