¿Qué significa tener un bebé arcoiris?
Un bebé arcoíris es un término que ha comenzado a ser común hoy en día para nombrar una combinación de eventos que resultan muy significativos en la vida de cualquier padre. En este artículo vamos a descubrir un poco de su origen, su significado y todas las implicaciones que puede tener. Sobre todo, crearemos un espacio de apoyo a padres de bebés arcoíris y a sus personas cercanas para poder entender juntos más del tema, empecemos:
¿Qué significa tener un bebé arcoíris?
La historia de este nombre surge a partir de los años 2000 en grupos de ayuda, para papás que habían perdido a sus bebés; enfocados en brindar herramientas y acompañar en procesos de resiliencia y duelo.
Entonces, el significado de «bebé arcoíris» es usado para nombrar la llegada de un bebé después de la pérdida de otro hijo, es decir, papás que se habían embarazado y esperaban con mucho anhelo a su bebé, pero que no pudieron concretar el embarazo y que después de un tiempo volvieron a concebir otro bebé.
Seguro te preguntarás, ¿por qué el término de arcoíris? Bueno, hace referencia a la esperanza después de un aborto espontáneo, a esa luz y color que puede llegar a aportar un bebé después de tanta tristeza tras un duelo. Tal como sabemos, los arcoíris surgen después de la lluvia, justo cuando el sol, que sería la alegría, se cruza con la tristeza, algo así como una forma de nombrar ese sentimiento ambivalente de duelo y nacimiento.
Algo relevante es que este bebé puede o no ser planeado; muchas veces se tiene la creencia de que, aunque no lo planearan, llega porque era el momento o como un regalo de Dios, del Universo, para continuar y darse la oportunidad de dar todo ese amor.
Recuperación emocional post pérdida
Algo que debemos saber es que la superación de una pérdida gestacional o de nuestro bebé no puede superarse inmediatamente con la llegada de un nuevo ser a nuestra vida, al contrario, puede ser un proceso muy confuso. Por eso es que debemos intentar separar los eventos para trabajar cada uno de ellos y entender dónde están sus puntos de encuentro.
En primer lugar, es necesario identificar las fases del duelo por las que ya hemos atravesado (negación, enojo, tristeza, negociación, aceptación), entendiendo que estos no tienen un orden preciso y que podemos ir y venir.
Debemos identificar cómo las hemos vivido, si las hemos explorado o preferimos ignorar o guardar emociones. Debemos cuidarnos mucho, abrazar ese dolor, en el sentido de poder tal vez hacer algún acompañamiento de la mano de un experto para que no afecte en la felicidad de este nuevo embarazo. Será imposible que no te cruce por la mente tu otro bebé, pero la idea es poder identificarlo.
Bebé arcoíris y salud emocional
Otra cosa que sucederá es que es posible que puedan surgir en ti muchos miedos que no tenías con el primer embarazo y es completamente normal. Todos aprendemos de lo que nos va sucediendo, tanto de las buenas como de las malas experiencias. Recuerda que serán 9 meses o poco más en espera, que es preferible vivas con cautela y precaución, pero no en total alerta sin disfrutar. Entonces, recomendaciones:
Identifica qué miedos tienes, y una vez que tengas la lista escrita, irás con cada personal de la salud que pueda quitarte todas las dudas y, sobre todo, que pueda darte tips para evitar o prevenir dichos miedos. Por ejemplo, miedo a que si duermo de lado el bebé pueda lastimarse. Te explicarán las mejores y más cómodas formas de dormir, podrás comprar almohadas o artefactos para mejorar el sueño.
Si son temores del futuro al nacer, bueno, pues puedes ir y explorar para comprar todo lo necesario o hacer todo lo que te vayan indicando. Siempre, ante todo tipo de miedo, lo ideal es estar informadas, y si algún temor sientes que puede hacerse realidad de acuerdo a los médicos, tranquila, ya sabrás qué hacer si sucede o cómo bajar la posibilidad.
Otro tip para cuidar de ti y de un bebé tras otra pérdida, es encontrar actividades que te gusten y te distraigan, que te permitan también ser tú, no solo tú embarazada, no sé si me doy a entender. El punto es que puedas, por un lado, atender a tus temores, trabajarlos de la mano de un profesional, pero también darte la oportunidad de disfrutar otras facetas de ti, hablar de otras cosas que no sean el embarazo porque así es posible que la ansiedad se pueda ir controlando un poco.
Por otro lado, busca a las personas que amas: a tu familia, amigos, pareja. Intenta estar acompañada siempre para bajar las preocupaciones y para hablar siempre que lo necesites.
Implementa un diario, para así describir tus síntomas físicos pero también emocionales y poder ir explorando ambos.
Embarazo arcoíris y sanación
A veces, cuando hablamos de sanación, es necesario hacer un pequeño alto. El embarazo por sí solo no te «sanará» ni te dará una sensación de completa felicidad de un día a otro; debemos quitar ese mito, ninguna mujer lo vive tan literal. La palabra sanar es un concepto más médico, donde te dan algo y ya estás mejor. Cambiémoslo por sentir emociones agradables.
Las emociones son un proceso de ida y vuelta; es normal que hoy sientas mucha emoción y, a los minutos, mucha tristeza. De eso va. La idea es que los lapsos de sensaciones agradables vayan en aumento, pero esto se da después de un proceso de duelo, de autocuidado, de certezas, apoyo, etc. Entonces, sí, te prometo que puedes llegar a disfrutar mucho a este bebé, pero eso no significa que no tendrás altas y bajas. Solo abrázate en este nuevo proceso, no te presiones y acepta toda la ayuda externa.
Comparte tus emociones y vívelo conforme tú lo sientas, siempre con todo el respeto del mundo a tu proceso, a tu cuerpo y a tu bebé.
Apoyo a padres de bebé arcoíris
Si eres parte de la familia o amigo de padres con un bebé arcoíris y quieres saber cómo apoyarlos, te tengo una pequeña lista que seguro te permitirá acercarte de la manera más respetuosa a este momento de vida, que puede ser de los más hermosos, pero también nostálgico:
No hables sobre la pérdida del bebé a menos que ellos lo saquen o pidan tu opinión. Si lo hablan pero no piden directamente una opinión, mejor escucha y puedes ir brindando frases cortas como: «Comprendo», «¿te gustaría contarme algo más?», «gracias por compartirlo conmigo», etc. Evita decir: «Entiendo cómo te sientes, aunque no lo viviera directamente porque…» o «yo digo que ya no deberías de pensar en ese bebé», etc. Aunque es posible que sean frases que quieras brindar de apoyo, pueden sentirse como desvalidaciones emocionales.
Pregunta por cómo está la persona en general; no solo te enfoques en el embarazo. Si lo sacan a tema, puedes preguntar del embarazo, pero con preguntas más generales. Evita preguntar cosas que puedan generar temores, como: «¿no crees que podría hacerle daño al bebé?», etc. Te aseguro que, aunque tu preocupación es muy apreciada, ellos ya han pensado ese miedo veinte veces debido a su anterior experiencia y es posible que ya consultaran a su doctor. Si reiteramos el temor, podemos aumentar la ansiedad.
Pregunta en qué puedes ayudar. Por ejemplo, suele ser común que seleccionen ropita que tenían para el bebé que perdieron o juguetes; algunos se van y otros se quedan. A veces redecoran o pintan cuartos. Si notas que es un proceso duro y quieres ayudar, opta por preguntar si hay algo en lo que puedas ser útil o ayudar.
No digas directamente qué podrías hacer o si sí, hazlo agregando que entiendes si no lo sienten correcto, que tu intención es ser de ayuda y que, si saben de algo en lo que puedas apoyar, te comenten. Esto es porque a veces se siente un proceso solo de dos o puede que aún no tomen decisiones y se sientan presionados, causando malestar.
Por último, cuiden de ambos padres. Muchas veces el cuidar a las madres suele ser muy común, pero se deja de lado a los padres. Aunque el proceso biológico es diferente, ambos tuvieron una pérdida y están viviendo algo nuevo. Una ilusión permite que ambos tengan espacios de charla y desahogo; sé ese espacio seguro.
Esperamos que toda esta información sobre embarazo o bebé arcoíris te fuera de mucha ayuda, tanto si eres familia, amigo de papás que están esperando a su pequeño o pequeña, como si eres uno de los padres. Cuéntanos, ¿qué más te gustaría que habláramos sobre el tema?
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