Problemas oculares en los niños (estrabismo, miopía y más)
Si tu hijo no puede ver correctamente con uno o ambos ojos, esto puede tener graves consecuencias. Aprender a leer es más difícil y puede tener dolores de cabeza o dificultades de concentración.
Por lo tanto, es importante que los problemas oculares se detecten a la edad más temprana posible.
Diagnóstico
Un niño con visión bizca visitará al oftalmólogo a una edad temprana porque es una desviación visible. Otras anomalías suelen revelarse a la edad de tres o cuatro años durante el examen ocular en el centro de salud. En estos casos, tu hijo es remitido al oftalmólogo para que lo examine. En algunos niños, los defectos oculares no aparecen hasta más tarde o no se descubren hasta que son mayores. A menudo lo notas cuando tu hijo va al colegio y resulta que no es capaz de mirar bien a la pizarra o tiene dificultades para concentrarse.
La mala visión de los niños puede deberse al uso frecuente de tabletas, teléfonos y ordenadores. Los ojos de un ser humano crecen hasta aproximadamente los 25 años de vida y a partir de los ocho años ya puede haber un desarrollo de la miopía. Cuando los niños pasan mucho tiempo mirando pantallas, utilizan sus ojos principalmente para ver de cerca. A menudo, esto no siempre tiene lugar en las mejores condiciones de luz. Por ello, los ojos crecen más de lo normal y la fuerza de los ojos aumenta, pero también la miopía.
Apartar los ojos de la pantalla de vez en cuando y mirar a lo lejos puede suponer una gran diferencia. Leer o jugar con suficiente luz es importante, al igual que, por supuesto, jugar al aire libre con frecuencia. Esto también es muy saludable para los ojos porque al aire libre el niño no sólo mira de cerca sino también de lejos, y los ojos se utilizan bien en todas las distancias y pueden desarrollarse bien.
Algunos de los distintos problemas oculares pueden ser:
Estrabismo
Con el estrabismo, los ojos no están enfocados en el mismo punto. Un ojo puede estar dirigido hacia adentro o hacia afuera. Como resultado, el cerebro no puede percibir las cosas correctamente y tu hijo ve dos veces o utiliza sólo un ojo. Si este es el caso, puede desarrollar un ojo vago. El estrabismo se remedia con gafas o tapando el ojo bueno. A veces es necesaria una operación cuando el niño tiene alrededor de cuatro años. Es importante que no tapes tu misma el ojo si no te lo ha dicho un profesional.
Ojo perezoso
Si un ojo no se desarrolla correctamente debido a la bizquera o la hipermetropía, se denomina ojo vago. Usando gafas o tapando el ojo bueno, el ojo vago se entrena y el defecto puede desaparecer. El ojo vago, también conocido como ambliopía, sólo puede tratarse con éxito en niños pequeños. Por lo tanto, es importante que la desviación se detecte a tiempo.
Hipermetropía
Con este trastorno, las imágenes no se proyectan correctamente en la retina. En consecuencia, un niño hipermétrope no ve bien las cosas de lejos. Si su hijo sufre esto, tendrá que usar gafas para recuperar la visión nítida.
Miopía
Esto es particularmente común en niños de seis años o más. Los niños que padecen miopía no pueden ver con nitidez las cosas que están cerca. Suelen entrecerrar los ojos, por ejemplo, cuando miran un libro. Las gafas pueden resolver este problema. La miopía es probablemente hereditaria.
Astigmatismo
Un niño que sufre de esto ve todo muy poco claro. Esto se debe a una curvatura desigual de la córnea. Las gafas con lentes cilíndricas rectificadas son la solución.
Conjuntivitis
Si tu hijo tiene los ojos enrojecidos, le salen lágrimas, tiene los párpados hinchados o se despierta con una costra amarilla en las pestañas, puede tratarse de una conjuntivitis.
Inflamación de la conjuntiva
La conjuntiva es la fina capa de tejido que cubre la superficie exterior del ojo. La conjuntivitis puede producirse en uno o en ambos ojos. Hay diferentes formas de conjuntivitis:
Conjuntivitis vírica: las infecciones bacterianas o víricas, como un resfriado, pueden provocar esta forma altamente contagiosa;
Conjuntivitis alérgica: la reacción alérgica al polen, al pelo de los animales o a los ácaros del polvo puede provocar la inflamación de la conjuntiva;
Conjuntivitis irritante: sustancias como el cloro, el champú o la contaminación atmosférica pueden irritar el ojo. Una pestaña suelta también puede causar este tipo de conjuntivitis.
Tratamiento
La conjuntivitis puede desaparecer por sí sola en unos días o una semana. Las costras pegajosas en los párpados pueden limpiarse suavemente con un algodón y agua. La conjuntivitis irritante debería desaparecer por sí sola si se elimina la causa de la irritación, como una pestaña suelta. Si no desaparece por sí sola, lo mejor es consultar con el especialista.
Párpados caídos (ptotis)
Los párpados colgantes en los niños ocurren ocasionalmente y están causados por la debilidad del músculo que hace que el párpado se abra. Si este músculo es muy débil, puede provocar un mal desarrollo de la visión y un ojo vago. La fatiga, los dolores de cabeza y el aspecto de cansancio también pueden aparecer con los párpados caídos. La ptotis puede remediarse mediante una corrección de párpados. De este modo, se reduce en gran medida el riesgo de que se produzca un ojo vago, un estrabismo y movimientos oculares anormales.
Lesión corneal (abrasión corneal)
Pueden producirse problemas oculares temporales debido a daños en el ojo. La abrasión corneal es un ejemplo de ello. En este caso, la córnea de la parte delantera del ojo está dañada, lo que puede provocar diversos síntomas como: ojos llorosos, hipersensibilidad a la luz y dolor general en el ojo. En el caso de una lesión corneal, el médico recetará un colirio antibiótico o una pomada ocular para prevenir una infección ocular y acelerar el proceso de curación. Este otro artículo de nuestro blog en el que hablamos de qué hacer si nuestro hijo se mete un objeto en el ojo puede ser también de tu interés, para leerlo pincha aquí
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada persona es diferente por lo que para establecer un diagnóstico y un tratamiento es indispensable que acudas a tu médico.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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