
6 Claves para una relación duradera
Las relaciones personales son sumamente importantes para cualquiera de nosotros, pues prácticamente están en cada momento de nuestro día, desde que nos levantamos y vemos redes sociales, respondemos mensajes, y al tener charlas entre amigos, familia y conocidos, que le dan un toque especial a nuestras actividades. Tal como dicen por ahí, somos el cúmulo de los aprendizajes que nos dejan las personas con las que convivimos y con las que formamos experiencias. Es por eso que resulta tan indispensable tener relaciones de calidad y duraderas. Aquí te mostraremos la base para que tu relación, ya sea de pareja, familiar o de amistad, sea sana, funcional y que, sobre todo, te haga sentir plena. Empecemos.
Tener pláticas incómodas
Empecemos por hablar de lo que muchos nombran como «zonas de confort». Las personas tenemos dificultad paramovernos de aquel lugar que ya conocemos, incluso si sabemos que nos está causando más problemas que ventajas. Y esto aplica también con temas de comunicación, aveces preferimos evitar hablar del «elefante en el cuarto» que intentar ahondar en el tema y arreglarlo de raiz. Ya sea porque nos da miedo a que el otro pueda molestarse o pueda disminuir su cariño por nosotros e incluso porque no sabemos cómo hacerlo. Eso va causando que nuestra mente se llene de muchos pensamientos y preguntas que respondemos solos y que van modificando la interacción con la persona a la que amamos, sin que ellos puedan si quiera entender de dónde vienen los cambios. Por eso, la base para mejorar cualquier relación es atreverse a hablar de lo que no nos gusta mucho, de aquello que nos incomoda, enfada o pone tristes y no dar nada por hecho sin antes preguntar.
Tengan conversaciones incómodas. A veces no sabemos cómo iniciarlas, pero puedes hacerte la vida más facil con acuerdos, por ejemplo, elijan una frase que pueda significar que desean hablar de algo que les cuesta abordar y así agendar una cita con una bebida o alimento que les guste. Hablar de lo incómodo muchas veces termina siendo mucho menos incómodo que vivir en incertidumbre, enfado o acumulación de emociones.
Saber negociar
Una vez que nos atrevemos a hablar, la vida se vuelve más fácil, pero la realidad es que todos podemos tener diferentes perspectivas. Por eso, una vez que compartamos opiniones y nos demos cuenta de que no coincidimos, sigue la parte más interesante: aprender a negociar y no a pelear. Esa es una gran diferencia. Cuando hablamos de pelear, nos referimos a «tú contra tu pareja, amigo y/o familiar», y cuando decimos negociar, hablamos de buscar puntos medios, un espacio donde todos se puedan sentir tranquilos con la situación, es algo así como «Tú de la mano con tu pareja, amigo y/o familiar contra el problema».
A veces puede parecer complicado, pero para realmente negociar debemos ver las posibilidades y facilidades de cada parte, así como sus deseos. Por ejemplo, una situación sencilla: uno quiere desayunar una cosa y el otro, otra. Se pueden encontrar varias soluciones:
- Desayunar algo que satisfaga a ambos, algo con características en medio de los antojos que tienen.
- Elegir al azar quién decide hoy y que mañana decida el otro.
- Que cada quien compre algo diferente y lo lleven a otro espacio para comerlo.
Todas estas opciones permiten evitar rencores y sensaciones de injusticia. Evita alzar la voz, imponer, desvalidar emociones o peor aun mantener el enfado aún después de hablarlo, etc. Busquen y hagan listados de pros y contras, escuchen al otro .
Nunca dejar cosas pendientes (tiempo de calidad)
A veces, la prisa de la vida nos hace sentir que el otro estará eternamente a nuestro lado. Poco a poco, el estrés de la vida diaria nos hace no querer convivir y, aunque algunos días esto es válido, también hay que pensar que la idea es relacionarnos de tal manera que el otro nos ayude a potenciar nuestra energía, que nos atrevamos a tener un cansancio diferente: producto de la risa, caminatas en lugares hermosos y compañía grata.
Entonces, no dejes nada para mañana. Si tienes planes muy grandes con esa persona ideal y no te da el tiempo o dinero, piensa en otras opciones parecidas, pero de un alcance más inmediato. La idea es que jamás dejen de construir algo en su relación. De igual manera no dejes pasar varios días para contar cosas importantes, porque a veces olvidamos compartir temas relevantes o emociones, y eso, poco a poco, nos aleja de quienes más amamos. No te digo que dejes de tener individualidad sino que hay que recordar que los espacios con los otros también son muy importantes.
Siempre agrega una actividad nueva a la lista, jamás pierdas el toque de diversión y nuevos aprendizajes, puede ser complicado pero creeme que a diario esa persona que amas cambia y es necesario conocerla de nuevo, así como tener aventuras juntos.
Aprender sobre límites
Este punto es indispensable. Se habla mucho de los límites, pero poco se explica realmente.
Verás, los límites vienen de esos puntos o acciones no negociables, es decir, cosas con las que no estás dispuesto a convivir, disculpar o hacer. Por ello, siempre que iniciamos una relación de cualquier tipo, lo ideal es normalizar el compartir nuestros límites; no es necesario esperar a que la situación se dé para explicarlo.
Hay que hablar sobre dos aspectos:
- Tus propios límites.
- Los límites de la otra persona.
Estos se van a complementar y son muy necesarios porque nos permiten convivir en armonía y construir relaciones sanas.
Ejemplo: si tú no aceptas las infidelidades, tu límite sería tener claro qué harías en caso de que sucediera o lo sospecharas. Es decir hasta donde llegarías y el otro podría llegar en caso de darse la situación. Por ejemplo, terminarian por completo o no, aceptarían una explicación o sería un contacto 0, etc.
Piensa que estos límites no son exclusivos de relaciones de pareja, sino que están en el día a día con todo aquel con quien nos cruzamos. Así que el primer paso es una autorreflexión sobre tus valores e ideales. Siempre hay cosas que nosotros damos por hecho que todo el mundo interpreta de la misma forma, pero en realidad no, somos muy diferentes entonces empecemos con ser claros con nosotros y los demás.
Revisen los significados en su relación
Así como es escencial identificar nuestros límites, también tenemos que repasar algunas preguntas y respuestas que nos ayudarán a saber por donde irá la relación, por ejemplo ¿Qué es el amor?¿Cómo cuidas y te gusta cuidar?¿Qué esperas o deseas del otro?¿Cuándo consideras que las relaciones van bien o cuál sería un signo de alarma de que algo no anda bien?¿Cuánto tiempo considerás que debe pasar una pareja junta a la semana? ¿Qué planes o intenciones tienes del futuro o de esta relación? Aunque parece algo muy sencillo la realidad es que este es el primer filtro que te permitirá identificar qué tanto coinciden, que tanto pueden negociar y cómo hacer para que su relación sea duradera, tomando en cuenta el fondo de sus acciones y de la propia interacción.
Cuidado como base
El cuidado es un concepto necesario, no solo dentro de las relaciones, sino dentro de la vida cotidiana. Poner como base tanto el autocuidado como el cuidado del otro nos da la oportunidad de escuchar necesidades, buscar el bienestar y, sobre todo, construir relaciones más igualitarias y horizontales, donde lo que el otro dice es igual de válido que lo que yo opino.
Pero ¿cómo cuidar? Podemos empezar preguntando: ¿Qué necesitas? o ¿Qué te gustaría que hiciera? ¿Hay algo en lo que pueda apoyarte? Aunque pareciera muy sencillo, en realidad es lo que siempre se pasa por alto y aquí es donde todo sale mal sino se pregunta, pues damos por hecho que sabemos qué necesita la persona y muchas veces o en su mayoría no estamos ni cercanos. Seguro te ha pasado que das toda tu energía en buscar el bienestar del otro sin obtener un buen resultado porque no coincidimos en la manera de resolver las cosas. Recuerda que, ante dificultades, lo ideal no es hacer las cosas por el otro, sino potenciar, apoyar y respaldar; más importante saber escuchar para entender nuestro papel.
Recuerda que ningún amor debe dañarte. El cariño no debería ser sacrificio, sino cuidado. Deseamos que todos estos consejos te sean de mucha ayuda y que te permitan construir relaciones más fuertes, concientes y duraderas. Recuerda que la base es la escucha, comunicación y cuidado. Cuentanos ¿Qué consejo te pareció más importante?
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