Hacer en casa experimentos científicos divertidos
Los niños nacen científicos. Siguen su curiosidad para descubrir el mundo. Al probar cosas y observar, gradualmente aprenden cómo funcionan las cosas. Experimentar y hacer pequeños experimentos es una forma muy agradable de responder a la curiosidad de tus hijos.
Aprender interesantes hechos de ciencia y tecnología experimentando con diferentes materiales que reaccionan de forma sorprendente puede ser muy divertido y didáctico. Descubrirás que se pueden hacer muchos experimentos con ingredientes simples que se encuentran en tu casa (siempre con la supervisión de un adulto, por supuesto). Los materiales básicos pueden ayudarte a realizar experimentos sencillos, seguros y perfectos para los niños.
Consejos para hacer los experimentos científicos
Hacer experimentos se vuelve aún más valioso si ayudas a tu hijo a pensar científicamente durante los experimentos. Eso puede que te suene más complicado de lo que es. Puedes lograrlo en unos pocos pasos, por ejemplo haciendo preguntas sobre el experimento:
¿qué crees que pasará?
Haz la prueba y preguntale ¿qué pasa?
Después del experimento: ¿cómo crees que es esto?
A continuación pueden leer la explicación de todos los experimentos.
Para los niños pequeños, puede simplificar un poco la explicación. Algunos experimentos incluyen una prueba de seguimiento por lo que es bueno recordar el procedimiento y explicarle en donde suceden esos fenómenos científicos.
Te damos algunos ejemplos de experimentos divertidos y didácticos que puedes hacer en casa
Diseño de aeronaves
Puedes hacer un avión de papel y probar con ellos algunos vuelos de prueba. Dobla una esquina de una de las alas. ¿El avión vuela de manera diferente? Este experimento le enseña a tu hijo sobre aerodinámica. Un pequeño cambio en el diseño puede tener consecuencias importantes para la forma en que vuela el avión.
Puedes experimentar haciendo diferentes modelos de aviones de papel. Mide qué tan lejos vuelan los aviones. Haz que tu hijo piense por qué un avión va más lejos que el otro. También puedes medir cuánto tiempo permanecen los aviones en el aire.
Hacer una gran burbuja de hielo seco
Diviértete haciendo una burbuja de hielo seco que crecerá y crecerá a medida que se llene de niebla. Este experimento es genial para que los adultos lo hagan con los niños. Añade agua al hielo seco, cúbrelo con una capa de agua jabonosa y observa cómo crece la burbuja, ¿cuánto crecerá antes de estallar? Inténtalo y averígualo.
Lo que necesitarás:
– Agua
– Un tazón grande con un labio alrededor de la parte superior (un tazón o taza más pequeño también funcionará)
– Una tira de material o tela
– Mezcla jabonosa para hacer burbujas (el agua y un poco de líquido para lavar platos deberían servir).
– Hielo seco – un trozo para una taza, más para un tazón.
Es muy importante tener cuidado con el hielo seco ya que puede causar daño a la piel si no se usa con seguridad. Los adultos deben manipular el hielo seco con guantes y evitar respirar directamente el vapor.
Instrucciones:
– Pon el hielo seco en el bol y añade un poco de agua (debería empezar a parecerse a un caldero espeluznante).
– Remoja el material en la mezcla jabonosa y páselo por el borde del bol antes de arrastrarlo por la parte superior del bol para formar una capa de burbujas sobre el hielo seco.
– Retrocede y mira cómo crece tu burbuja.
¿Qué es lo que sucede?
El hielo seco es dióxido de carbono (CO2) en su forma sólida. A temperaturas superiores a -56,4 °C, el hielo seco cambia directamente de sólido a gas, sin llegar a ser líquido. Este proceso se llama sublimación. Cuando el hielo seco se pone en agua acelera el proceso de sublimación, creando nubes de niebla que llenan la burbuja de hielo seco hasta que la presión es excesiva y la burbuja explota, derramando la niebla sobre el borde del recipiente. El hielo seco se utiliza a veces como parte de producciones teatrales y actuaciones para crear un efecto de niebla densa. También se utiliza para conservar alimentos, congelar muestras de laboratorio e incluso para hacer helados.
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Moléculas de agua en movimiento
Este experimento es genial para probar si las moléculas de agua caliente realmente se mueven más rápido que las frías. Vierte un poco de agua, pon un poco de colorante de alimentos y compara los resultados.
¿Qué absorbe más calor?
Cuando estás al sol en un día caluroso de verano, vale la pena llevar ropa de color claro, pero ¿por qué? Experimenta con la luz, el color, el calor y algo de agua para averiguarlo.
Lo que necesitarás:
– 2 vasos o jarras idénticas
– Agua
– Termómetro
– 2 bandas elásticas o alguna cinta adhesiva
– Papel blanco
– Papel negro
Instrucciones:
Envuelve el papel blanco alrededor de uno de los vasos con una banda elástica o cinta adhesiva para sujetarlo.
– Haz lo mismo con el papel negro y el otro vaso.
– Llena los vasos con la misma cantidad de agua.
Deja los vasos al sol durante un par de horas antes de volver a medir la temperatura del agua en cada uno.
¿Qué es lo que sucede?
Las superficies oscuras como el papel negro absorben más luz y calor que las más claras como el papel blanco. Después de medir las temperaturas del agua, el vaso con el papel negro alrededor debería estar más caliente que el otro. Las superficies más claras reflejan más luz, por eso la gente que lleva ropa de colores claros en verano, se mantiene más fresca.
Hacer una lámpara de lava
Aprende a hacer una lámpara de lava con este divertido experimento científico. Utiliza simples objetos domésticos como aceite vegetal, colorante de alimentos, bicarbonato y un frasco para crear reacciones químicas y bolas de color que se mueven como una verdadera lámpara de lava.
Lo que necesitarás:
– Agua
– Una botella de plástico transparente
– Aceite vegetal
– Colorante de alimentos
– Sal de frutas (u otras pastillas que efervescentes)
Instrucciones:
– Vierte agua en la botella de plástico hasta que esté llena alrededor de un cuarto (puedes usar un embudo cuando llenes la botella para no derramar nada).
– Vierte aceite vegetal hasta que la botella esté casi llena.
– Espera hasta que el aceite y el agua se hayan separado.
– Añade alrededor de una docena de gotas de colorante alimentario a la botella (elige el color que quieras).
– Observa cómo el colorante de alimentos cae a través del aceite y se mezcla con el agua.
– Pon un poco de sal de frutas en pequeñas cantidades (alrededor de 5 o 6) y deja caer una de ellas en la botella, las cosas deberían empezar a ponerse un poco locas, ¡como una verdadera lámpara de lava!
Cuando el burbujeo se detenga, añade otro poco de sal de frutas y disfruta del espectáculo.
¿Qué es lo que sucede?
Si has probado el experimento de aceite y agua sabrás que los dos no se mezclan muy bien. El aceite y el agua que agregaste a la botella se separan uno del otro, con el aceite encima porque tiene una densidad menor que el agua. El colorante alimenticio cae a través del aceite y se mezcla con el agua en la parte inferior. La sal de frutas que dejas caer después libera pequeñas burbujas de gas de dióxido de carbono que suben a la parte superior y se llevan algo del agua coloreada. El gas se escapa cuando llega a la parte superior y el agua de color vuelve a caer. La razón por la que la sal de frutas emite tal efervescencia es porque contiene ácido cítrico y bicarbonato de sodio, los dos reaccionan con el agua para formar citrato de sodio y gas de dióxido de carbono (esas son las burbujas que llevan el agua de color a la parte superior de la botella).
Añadir más bicarbonato a la botella mantiene la reacción para que puedas disfrutar de tu lámpara de lava durante más tiempo. Si quieres mostrarle a alguien más tarde, puedes simplemente enroscar la tapa de la botella y agregar más bicarbonato cuando lo necesites. Cuando hayas terminado todo tu bicarbonato, puedes llevar el experimento un paso más allá atornillando firmemente la tapa de una botella y volteando la botella de un lado a otro, ¿qué pasa entonces?
El interés por la ciencia y el aprendizaje es algo que podemos estimular en nuestros hijos desde una edad muy temprana. Los experimentos científicos para niños, son una forma excelente de despertar su curiosidad y conseguir que su interés por el mundo de la ciencia crezca de forma exponencial.
Recuerda que algunos de estos experimentos no se pueden realizar con niños pequeños ya que además de no entender todavía el concepto y la finalidad de los experimentos, los materiales a utilizar no son adecuados. Igualmente aunque tu hijo ya este en edad siempre se aconseja no dejarlo solo y acompañarlo durante todo el procedimiento.
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada niño y cada familia son diferentes y únicas.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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