Vacuna contra el brote de sarampión (antivacunas)
Se tenía que decir y se dijo: hay que vacunar a nuestros hijos. Basta ya de pretextos, de mentalidades de la edad media e ignorancia para creer más en los mitos que se dicen, que en la ciencia. Suena fuerte, pero así es. Porque las enfermedades en general y específicamente las que pueden causar la muerte, deben tener toda nuestra atención.
Es injusto y de malas personas traer niños al mundo, que no pidieron nacer, para que ni siquiera los cuidemos: las vacunas son parte de ese amor y esos cuidados que debemos darle a los bebés. No basta con comprarles todo y con darles toda la atención. Si no les proporcionamos cuidados y acciones básicas, como las que tienen que ver con la salud, estamos fallando como padres.
Sarampión en el 2019
Muchos virus y enfermedades requieren de nuestra atención, y por eso existe una cartilla de vacunación para cumplir con ese esquema y proteger de manera “básica y general” a nuestros pequeños. Sobre la vida irán surgiendo más necesidades, más enfermedades y más vacunas, e igual hay que aplicarlas.
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En este justo momento, en pleno 2019, el sarampión que ya prácticamente estaba desaparecido ha vuelto a surgir. Es importantísimo vacunar a nuestros hijos pues este grave virus puede ser mortal. SÍ, MORTAL.
De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, “la enfermedad se propaga rápidamente por el aire mediante pequeñas gotas de saliva al toser o estornudar. Los síntomas del sarampión no aparecen hasta diez o catorce días después de la exposición y estos incluyen tos, secreción nasal, inflamación de los ojos, dolor de garganta, fiebre y un sarpullido rojo, con manchas en la piel. No hay ningún tratamiento para una infección establecida de sarampión, pero los medicamentos contra la fiebre de venta libre y la vitamina A pueden ayudar con los síntomas”.
Además, el cuadro básico de sarampión es el siguiente:
—->>> La vacuna contra el sarampión debe aplicarse a niños de 1 año de edad y el refuerzo a los 4 años de vida.
Emergencia sanitaria en Nueva York
Apenas hace un par de días, el 9 de abril de 2019, el alcalde de Nueva York – Bill de Blasio – declaró emergencia de salud pública en algunas partes de Brooklyn por un brote de sarampión en la comunidad judía ortodoxa, que se niega a las vacunas.
Ha sido tal el daño, que se les ha tenido que “amenazar” o poner en regla: los no vacunados en estas zonas deberán recibir la triple viral (sarampión, paperas y rubeola) o se enfrentarán a multas de 1,000 dólares (20 mil pesos).
Y es que en esta gran urbe – una de las más importantes del mundo – se han confirmado 285 casos desde el comienzo del brote en octubre del año pasado. La gran mayoría son niños menores de 18 años (246 casos), y 39 adultos. No ha habido muertes asociadas con este brote, aunque sí ha habido complicaciones, incluyendo 21 hospitalizaciones y 5 ingresos en la unidad de cuidados intensivos.
Yo, madre mexicana que conoce su país, me pregunto: si eso pasa en Nueva York, ¿qué se puede esperar de México, lleno de pobreza, ignorancia y esos movimientos antivacunas?
Mitos entorno a las vacunas
Hay muchos mitos en torno a la vacunación, estos son algunos de ellos:
- Las vacunas causan autismo en los niños
- Las sustancias contienen células de fetos humanos abortados
- Con una buena higiene no es necesario vacunarse
- Vacunarse provoca efectos secundarios a largo plazo
- La vacuna DTPa puede provocar síndrome de muerte súbita
- Si una enfermedad es erradicada en un país, no es necesaria la vacuna
- Ponerse más de una vacuna sobrecarga el sistema inmunológico
- Después de una enfermedad el cuerpo desarrolla anticuerpos y eso es mejor que vacunarse
- Las vacunas contienen mercurio
Mamás, hay que informarnos, esto no es un juego. Ni el sarampión ni ningún virus o enfermedad. Pongamos de lado nuestros prejuicios e ignorancia, y hagamos nuestro trabajo de madre como debe ser. Tus hijos, tu familia y el resto de la sociedad te lo agradecerá.
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