Ene 29

¿Qué es la angustia de separación?

Alrededor de los ocho meses e incluso antes, el niño empieza a darse cuenta que tiene su propio cuerpo y esto le da curiosidad pero también mucho temor. Con esto, empieza a darse cuenta que necesita más que nunca de ti para sobrevivir en este mundo.

En esta etapa, tu bebé piensa que si desapareces de su vista nunca regresarás, así que si no te ve llora. Esta conducta alcanza su grado máximo alrededor de los 18 meses.

No te sientas desesperada si no puedes bañarte, comer, dormir, jaja, a casi todas nos pasa, depende de nosotras cuánto dure este momento y qué tan bien sepamos sobrellevarlo. Recuerda que la base es la paciencia, tolerancia y sobre todo, comprensión.

Ayúdalo a superar esta etapa de angustia

1. Abrázalo y consuélalo cuando llore, dile que estás con él y que todo está bien.

2. Cuando vayas a salir y tengas que dejar al bebé al cuidado de otra persona, no lo engañes; es preferible que vea que te vas, pero que luego vuelves.

3. Es importante irte preparando poco a poco cuando vayas a salir; es decir: no es recomendable estar a la mitad de una actividad con el bebé y sorprenderlo bruscamente para salir corriendo.

4. También puedes darle algún juguete que le sea conocido, para que lo acompañe mientras tú regresas.

5. Puedes ayudarlo con juegos como desaparecerte detrás de algún mueble y reaparecer, esto lo hará reír y entender gradualmente que la separación es momentánea, le ayudará a entender que tú regresarás siempre.

6. Si sigues dándole pecho, establece horarios para que no quiera estar a cada rato prendido(a) de ti a cada minuto que pasa y explícale que todo tiene su tiempo.

Opinión: Realmente esta etapa no duró ni un mes, ni seis, ni un año conmigo, realmente mi bebé desde los 6 meses casi hasta los 2 años y medio, sufría ansiedad (o angustia) por separación. Un tip que doy mucho, es la anticipación, yo desde la mañana le decía a mi hijo, «Hoy te voy a bañar, vamos a desayunar, y me voy a tener que ir a trabajar, pero voy a regresar en 4 horas» y se lo repetía cada hora, aunque me dijera que no o llorara, al menos se iba haciendo la idea de que sucedería. Entonces, hablen mucho mucho con sus hijos, ellos entienden todo, tengan la edad que tengan.