7 tips para detectar la pubertad temprana en niñas
Sentir que nuestras niñas crecen muy rápido es algo que todas las mamás vivimos. Pero muchas veces no es solo nuestra imaginación, hay cambios que realmente ocurren antes de lo esperado para su edad.
Existe algo llamado pubertad temprana, o pubertad precoz, que ocurre cuando el cuerpo de una niña empieza a desarrollarse antes de los 8 años. Básicamente, comienzan los cambios típicos de la adolescencia, pero más pronto de lo que deberían.
Notar estos cambios puede ser confuso al principio, porque no siempre sabemos si es algo normal o si deberíamos preocuparnos. Los siguientes tips te pueden ayudar a identificar la pubertad temprana a tiempo para buscar la orientación médica necesaria:
1. Desarrollo del busto antes de los 8 años
El crecimiento del busto suele ser la primera señal de que el cuerpo está empezando a cambiar. Todo inicia con lo que los médicos llaman botón mamario, una pequeña elevación o endurecimiento que aparece justo debajo del pezón.
Es completamente normal que al principio se note solo en un lado, ya que el crecimiento no siempre ocurre al mismo tiempo. Si ves que tu hija empieza a desarrollar el busto antes de los 8 años, es buena idea comentarlo con su pediatra.
En algunos casos puede ser una etapa temporal del desarrollo, pero vale la pena revisarlo para saber si está dentro de lo esperado. Observar con calma este cambio ayuda a acompañarla mejor y entender cómo su cuerpo comienza a prepararse para una nueva etapa.
2. Aparición de vello púbico o axilar
Uno de los cambios más fáciles de notar es la aparición de vello en la zona del pubis o las axilas. En la mayoría de las niñas, esto ocurre después de los 9 o 10 años, cuando el cuerpo comienza a prepararse de manera natural para la pubertad. Si este vello aparece antes, puede ser una señal de que el desarrollo se está adelantando.
Al principio, suele presentarse como unos pocos vellos finos y claros, pero con el tiempo se vuelven más oscuros y notorios. También es común que crezcan de forma progresiva o en zonas donde antes no había.
Observar este cambio con atención puede ayudarte a entender mejor en qué etapa se encuentra tu hija y si su cuerpo está avanzando más rápido de lo esperado.
3. Crecimiento acelerado en poco tiempo
Si notas que tu hija crece varios centímetros en pocos meses o que su ropa le queda chica con frecuencia, podría estar atravesando el “estirón” típico de la pubertad, pero de forma adelantada.
Este aumento en la velocidad del crecimiento ocurre cuando el cuerpo libera más hormonas del crecimiento y estrógenos, lo que acelera su desarrollo. Aunque parezca algo positivo, el problema es que el crecimiento puede detenerse antes de lo esperado, resultando en una estatura final más baja.

4. Cambios en el olor corporal
Un detalle que muchas mamás notan primero es que su hija empieza a tener olor en las axilas, similar al de los adolescentes. Esto sucede porque las glándulas sudoríparas se vuelven más activas al aumentar los niveles hormonales.
Si necesitas empezar a usar desodorante o notas este cambio antes de los 8 años, es una señal de que algo podría estar ocurriendo a nivel hormonal.
5. Aparición de acné o piel más grasosa
La piel también reacciona a los cambios hormonales. El exceso de grasa en la cara, especialmente en la frente o la nariz, o la aparición de granitos, puede indicar que el cuerpo está empezando a producir hormonas sexuales.
Si esto ocurre en una niña pequeña, vale la pena mencionarlo durante la consulta médica.
6. Cambios de humor o emociones más intensas
Los cambios hormonales no afectan solo al cuerpo, también al estado de ánimo.
Si notas que tu hija está más sensible, irritable o que cambia de humor fácilmente, puede estar experimentando variaciones hormonales propias de la pubertad.
Esto puede generar frustración o confusión, especialmente si ella no entiende por qué se siente diferente.

7. Flujo vaginal o sangrado menstrual temprano
Cuando el cuerpo de una niña empieza a producir estrógenos antes de tiempo, puede presentarse un flujo vaginal ligero que no corresponde a su edad.
Este cambio suele notarse en la ropa interior y puede tener una textura húmeda o un tono blanquecino. Aunque en niñas mayores es una parte normal del desarrollo, si aparece demasiado pronto puede indicar que las hormonas ya están en funcionamiento y el cuerpo está iniciando procesos propios de la pubertad.
En etapas más avanzadas, ese desequilibrio hormonal puede provocar un sangrado similar al de una menstruación, algo poco común antes de los 8 años.
¿Con qué médico consultar?
Si notas que tu hija está pasando por estos cambios antes de tiempo, lo mejor es que acudas con su pediatra. Es quien conoce su crecimiento y puede decirte si esos cambios están dentro de lo normal o si vale la pena hacer más estudios.
El pediatra revisará su desarrollo físico, su estatura y el momento en que comenzaron las señales, y si considera que hay algo que revisar con más detalle, te canalizará con un especialista.
El médico que se encarga de estos casos es el endocrinólogo pediatra, que es quien mejor entiende cómo funcionan las hormonas en los niños. Él puede pedir análisis, estudios o revisiones más específicas para saber si la pubertad está avanzando antes de tiempo. En algunos casos, también puede colaborar con un ginecólogo infantil o un psicólogo, sobre todo si tu hija se siente confundida o incómoda con los cambios.

Si notas que tu hija está cambiando antes de lo esperado, no lo dejes pasar. Observa con calma, conversa con ella y acude al médico para resolver tus dudas. El pediatra o el endocrinólogo pediatra pueden ayudarte a entender si esos cambios son normales o si es necesario hacer estudios.
Recuerda que consultar a tiempo no significa alarmarse, es cuidar su desarrollo y bienestar. Un acompañamiento médico adecuado puede evitar complicaciones y darle a tu hija la seguridad de crecer tranquila y con apoyo.
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