Psicomotricidad infantil (Qué es, tipos y para qué sirve)
El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras que psico determina la actividad psíquica en dos fases: la socio-afectivo y la cognitiva. En otras palabras, en las acciones de los niños se articula toda su afectividad y sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.
¿Qué es la motricidad?
Desde su nacimiento, los niños desarrollan movimientos y gestos. Su forma de moverse, de percibir, de comprender, de comunicarse y de jugar cambia en el transcurso de la edad escolar primaria. Todos estos desarrollos están interconectados, no se pueden separar los psicológicos y motores entre sí. Por eso también se habla de «psicomotricidad», dos términos que están indisolublemente unidos. Durante los primeros años de vida, los niños se desarrollan a un ritmo rápido. Hay grandes diferencias entre los niños pequeños y los niños de la escuela media y superior.
La práctica psicomotriz puede adoptar dos orientaciones, la terapéutica y la educativa. La edad de oro de la «psicomotricidad» se sitúa desde el nacimiento hasta los 8 ó 9 años. A través del cuerpo, el juego y el movimiento, los niños aprenden a controlar su espacio, su tiempo y sus movimientos dentro de un proceso altruista.
Como dijimos anteriormente en los primeros años de vida, la psicomotricidad juega un papel muy importante ya que influye directamente en el desarrollo intelectual, afectivo y social de los niños, ayudándoles en su relación con el entorno y teniendo en cuenta aspectos únicos e individuales de cada uno, así como sus necesidades e intereses.
El trabajo psicomotor se divide en tres niveles:
- A nivel motor, que permitirá al niño dominar y controlar su movimiento corporal.
- A nivel cognitivo, permite mejorar la memoria, la atención, la concentración y la creatividad del niño.
- A nivel social y afectivo, permitirá al niño conocer y afrontar sus miedos y relacionarse con los demás.
La psicomotricidad tiene dos cualidades: generar movimiento y hacerlo a voluntad.
Tipos de habilidades y destrezas motrices
Algunas actividades potencian estas habilidades motrices; sin embargo, debemos entender la diferencia entre psicomotricidad gruesa y fina:
Motricidad gruesa:
Son movimientos relacionados con los músculos grandes, como las piernas y los brazos. Algunas de estas actividades son correr, saltar o lanzar objetos. Implican la capacidad de controlar y equilibrar el cuerpo.
Motricidad fina:
Estos actos implican la habilidad de las manos y los dedos, como agarrar o separar objetos pequeños.
Ambas habilidades psicomotrices son esenciales. Para la motricidad gruesa, los expertos recomiendan realizar más actividades de contacto físico, mientras que para la motricidad fina, recomiendan utilizar herramientas como pequeños juguetes y realizar actividades meticulosas.
A continuación, te damos algunos ejemplos de motricidad gruesa y fina:
– Motricidad gruesa:
Baile libre: El baile puede ser un muy buen ejercicio de motricidad, moviendo la cabeza, los hombros, las rodillas y las manos bailando al ritmo de cualquier género musical; esto impulsa la motricidad gruesa.
Saltar: Ya sea utilizando un mini trampolín o saltando de un lugar a otro, esta actividad fortalece los músculos, agudiza la coordinación y favorece la precisión. Este y otros ejercicios favorecen la motricidad gruesa, practicar deporte desde peques es siempre una gran idea, aquí hablamos sobre El deporte durante la infancia, etapas y beneficios otro de nuestros artículos en el que te hablamos sobre la importancia del deporte durante la infancia.
– Motricidad fina:
Colorear y recortar: Se trata de una actividad que ayuda al desarrollo motriz porque los niños deben mantenerse dentro de la silueta cuando colorean un objeto. Deben de tener cuidado cuando cortan un objeto, o lo estropearán.
Construir torres con bloques: A los niños les encanta este juego, y pueden trabajar su agarre de pinza y su coordinación ojo-mano.
Pintar: Tanto si los niños utilizan un pincel como sus dedos, se refuerza su destreza manual. Tienen un mayor control de los pinceles como herramientas, y esta actividad aumenta su sensibilidad a las texturas.
La forma de participar con tus hijos y la orientación que les des es esencial para que el juego interactivo dé lugar a una mejor psicomotricidad fina.
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¿Para que sirve la psicomotricidad?
– Sirve como canal, ya que el niño puede descargar su impulsividad sin culpa. Esta descarga será decisiva para su equilibrio emocional.
– Facilita la adquisición del esquema corporal, permite al niño tomar conciencia y conocimiento de su propio cuerpo psicomotor.
– Favorece el control corporal, a través de la psicomotricidad, el niño aprende a dominar y adaptar su movimiento corporal.
– Ayuda a afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en el tiempo y en el espacio.
– Estimula la percepción y discriminación de las cualidades de los objetos, así como la exploración de los diferentes usos que se les puede dar.
– Crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejoran la memoria, la atención y la concentración, así como la creatividad del niño.
– Introduce nociones espaciales como arriba-abajo, de lado a lado, delante-detrás, cerca-lejos y otras, a partir de su propio cuerpo.
– Refuerza las nociones básicas de color, tamaño, forma y cantidad a través de la experiencia directa con los elementos del entorno.
– Se integra a nivel social con sus compañeros, promueve el juego en grupo.
– Ayuda a enfrentar ciertos temores, el niño fortalece no sólo su cuerpo sino también su personalidad superando ciertos miedos que antes lo acompañaban.
– Reafirma su autoconcepto y autoestima, sintiéndose más seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.
En definitiva, podemos decir que la psicomotricidad considera el movimiento como un medio de expresión, comunicación y relación del ser humano con los demás ya que juega un papel importante en el desarrollo armónico de la personalidad, ya que el niño no sólo desarrolla sus habilidades motrices sino también las relacionadas con las intelectuales, lingüísticas y afectivas.
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada niño y cada familia son diferentes y únicas.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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