¿Cómo proceder ante una situación de bullying escolar?
¿Somos conscientes que uno de cada diez niños sufre acoso escolar diariamente? La realidad es que cinco de cada diez niños sufren el asedio del bullying a diario y que, incluso, el 40% de ellos ha manifestado en sus cuerpos lesiones corporales alguna vez.
Por eso, con nuestras clases de apoyo escolar queremos brindarles a los niños las herramientas precisas para que puedan luchar contra el acoso.
Hoy traemos una guía de aspectos para ayudarles a ellos a cómo responder adecuadamente frente a situaciones de bullying escolar.
¿Qué es el bullying?
La intimidación o acoso estudiantil – bullying – implica conductas de maltrato hacia otro ser humano bajo la utilización de la fuerza física, prácticas autoritarias, dominio social o intelectual, concluyendo en una violencia dispar.
El bullying se prolonga en el tiempo. Los individuos que lo ejercen son menores y lo embisten contra otro del medio circundante. Los motivos por los cuales se produce responden, puntualmente, a una inclinación de la ferocidad del agresor por componentes psicológicos; además de un entorno familiar y comunitario que lo potencian.
Guía para los chicos frente a una situación de bullying a un compañero
Si observamos que un compañero acosa a otro/s:
- Puede que sintamos temor o rechazo ante estos sucesos, pero debemos actuar siempre.
- Si vemos que no podemos frenar estos accionares, debemos solicitar auxilio a un adulto. Esto constituye una mano solidaria con los demás.
- Apoyar siempre al agredido. Nadie merece recibir actos de bajeza y maltrato en su humanidad.
Guía para los padres: ¿cómo responder a las agresiones contra nuestros hijos?
Ante nuestros ojos, estas situaciones resuenan con alto impacto. Probablemente, le diremos a nuestro hijo que ignore o rechace estas ofensas. El problema de este planteamiento radica en que el agredido se siente inferior al agresor.
Si sospechamos de un posible caso de bullying, sugerimos seguir esta guía paso a paso:
Escuchar a nuestros hijos
Veamos sus comportamientos y estados de humor, asegurándonos que se sientan seguros y felices. Ser acosados no es motivo para sentirse culpables.
Evitar pedirles que se defiendan
Al menos en modo directo. Empaticemos con ellos. Comprendamos sus vergüenzas, enojos y miedos, y no les pidamos que vivan algo para los cuales no están preparados.
Respaldarles
Es necesario decirles que estamos a su lado y que lo vamos a estar para lo que ellos necesiten.
Animarles a pedir ayuda
Expliquémosles la distinción entre delatar y solicitar auxilio.
Ponerlos en valor
Reforcemos la autoestima de nuestros chicos, resaltándoles los logros y las cosas que hacen bien.
Involucrar al profesorado
Pidamos una reunión con los profesores y el director del centro educativo para cerciorarnos si, efectivamente, están al tanto de los acontecimientos y las medidas a implementar para frenar estas prácticas de violencia.
Potenciar la comunicación
Enseñarles a los chicos a responder al bullying: generalmente, los agresores disfrutan un sitial de dominio y poder, e insuflar miedo. Enseñarles a nuestros hijos a mitigar el impacto del acoso. Posiblemente, pierda efecto en el acosador. Que el niño le manifieste a su agresor que sus bromas no hacen más gracia y que no surten efecto en nadie.
Una situación de acoso es realmente delicada. Es necesario llevar a cabo los pasos correctos con tal de frenarla completamente y, además, procurando crear los menores traumas posibles.
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