Imaginación en la infancia
La infancia es una época de magia, cambio y aprendizaje, cuando las camas se convierten en botes con sábanas como velas, en un mar salvaje hecho de almohadas; una toalla se convierte en una capa de invencibilidad, volando detrás de un niño que ahora es un superhéroe y mucho más.
Sin embargo, lo que podría parecer simple diversión es en realidad un trabajo muy importante. Cuando los niños usan su imaginación para jugar, desarrollan capacidades psicológicas y emocionales cruciales que les ayudan a comprender el mundo en el que viven y su relación con él. Están aprendiendo a resolver problemas, a crear nuevas posibilidades, incluso a cambiar el mundo.
Las cualidades más importantes de los más pequeños son la fantasía y la intuición. La imaginación es, por lo tanto, parte de todas las actividades diarias.
Independientemente de la realidad de un niño, él o ella siempre tendrá su propia percepción de esto. Su imaginación los toma de la mano y los lleva a lugares con innumerables experiencias posibles. Su imaginación es la manera de comunicarse con lo que les rodea.
¿Qué es la imaginación de un niño?
Extrañas y abstractas son palabras que a menudo se asocian con la imaginación. ¿Por qué es así? Esto se debe a que la imaginación es un concepto que no tiene lógica ni límites.
La imaginación de un niño alcanza su punto máximo cuando se le ocurren ideas originales e inteligentes.
Características de la imaginación
La imaginación consiste en dos factores. Uno es externo (el entorno del niño) y el otro es interno (su impresión subjetiva del mundo).
Estos dos factores se desarrollan a medida que un niño adquiere conocimiento. También ayudan a los niños a aprender y entablar relaciones.
Es por eso que vemos su imaginación en el trabajo cuando juegan, hablan, comen o se ponen sus ropas. Su percepción y subjetividad se encuentran entre los rasgos más característicos de su imaginación.
Fantasía e imaginación
Hay una diferencia entre estos dos términos. La imaginación surge a través de la percepción y reinvención de la realidad. La fantasía, por otro lado, proviene del poder imaginativo del pensamiento.
La imaginación es la capacidad de crear imágenes visuales en el ojo de la mente, lo que nos permite explorar todo tipo de imágenes e ideas sin estar limitados por los límites del mundo físico. Así es como los niños comienzan a desarrollar habilidades de resolución de problemas, creando nuevas posibilidades, nuevas formas de ver y ser, que desarrollan importantes facultades en el pensamiento crítico que ayudarán al niño a lo largo de la vida. Los estudios han demostrado que el juego imaginativo puede fomentar importantes cualidades sociales, como la cooperación, la empatía y la apreciación de los sentimientos de los demás.
Es por eso que estos asuntos no están vinculados al medio ambiente. Si bien la fantasía y la imaginación están estrechamente relacionadas, es importante que las veamos por separado. Después de todo, se desarrollan durante las diferentes fases de la infancia.
La imaginación todavía está presente (aunque ya no tan enfáticamente) durante la pubertad. Sin embargo, la fantasía desaparece un poco antes. Por eso es tan importante que los niños puedan disfrutar de esto en sus primeros años de vida.
El desarrollo de la imaginación
Los cerebros de los bebés son muy complejos. Todas las conexiones que los guiarán por el resto de sus vidas ahora se están formando. Las conexiones que se usan a menudo permanecerán y las otras desaparecerán lentamente.
Es por eso que muchos estudios enfatizan la importancia de los primeros tres años de la vida de un niño. Este es el momento perfecto para «condicionar» todo tipo de experiencias durante la infancia.
Las experiencias recomendadas incluyen escuchar música en diferentes idiomas, leer, jugar, caminar y cualquier cosa que promueva el desarrollo del cerebro. Esta estimulación ayudará entonces a desarrollar la imaginación.
Es difícil describir exactamente cómo surge la imaginación de los bebés. La imaginación comienza a desarrollarse cuando el niño está expuesto a escenarios en los que se consideran protagonistas. Un ejemplo es cuando los padres o un maestro usa la fantasía para contar historias. Esto fortalecerá el cerebro para que se hagan «conexiones para la imaginación».
Imaginación en niños entre 1 y 3 años.
La imaginación a esta edad está estrechamente vinculada a la imitación. Es por eso que las primeras experiencias con respecto a la imaginación tendrán que ver con simular lo que sucede a su alrededor.
Cuando el perro ladra, el niño también querrá ladrar, o por ejemplo cuando los padres realizan tareas cotidianas le encantará imitar lo que ellos hacen. Esta forma de imitación ayudará a desarrollar su imaginación.
Imaginación en el jardín de infantes
Durante esta fase, los patrones arquetípicos comienzan a emerger en sus juegos. Por ejemplo, algunos niños pueden querer jugar en la casa, el baño o la hora de la cena o tratar a una muñeca como un bebé. Los juegos se volverán más complejos.
La imaginación en la escuela primaria.
Durante esta fase su instinto abre las puertas a los juegos grupales. De esta manera los niños pueden fantasear juntos. El motivo principal aquí es una curiosidad sobre nuevas experiencias. La imaginación entre los escolares ya no se enfoca en la imitación, porque ahora son un poco más audaces para fantasear. Su imaginación será mucho más abstracta durante este período.
Durante este periodo se aprecia con más énfasis una de las características más importantes del autismo, la resistencia al aprendizaje. De esta manera, los niños autistas tratan de evitar la realidad viviendo cada día en un mundo imaginario.
La imaginación de los niños que padecen autismo es, por lo tanto, mucho más compleja. También es menos obvia porque en algunos casos faltan ciertas habilidades lingüísticas o motoras. Pero ellos suelen tener amigos imaginarios por ejemplo, al igual que algunos otros niños que no tienen esta patología, y además de eso suelen expresar su imaginación a través del dibujo. Es por este motivo que muchas veces se usan estos dibujos en terapias de niños con autismo.
Su imaginación usualmente será completamente diferente porque está basada en lógica y racionalidad. Los neurocientíficos todavía están tratando de estudiar cómo funciona la imaginación de estos niños.
Hay que tener en cuenta que tener un amigo imaginario durante la infancia, no se trata de algo patológico ni problemático, sino de algo normal que les sucede a muchos niños y por lo que los padres no deben preocuparse, salvo en algunas excepciones como que el niño se cierre mucho en ese entorno y no quiera jugar con sus amigos reales y realizar otras actividades.
¿Cómo se puede estimular la imaginación de los niños?
– Enséñales a ser ellos mismos. Es algo primordial.
– Déjalos descubrir sus nuevas habilidades y practicarlas una y otra vez.
– Enséñales a descubrir tantas cosas nuevas como sea posible, sal a pasear por el bosque, llévalo a hacer la compra, déjalo ensuciarse jugando en el parque.
– Utiliza los juegos para estimular su imaginación, dale margen para que el pueda crear sin decirle las cosas precipitadamente y de esta manera no influenciarlo. Dale espacio para jugar sin estructura, sin dirección.
– Pasar tiempo al aire libre disfrutando de la naturaleza.
– Fomenta las actividades artísticas que fomenten la expresión creativa de tu hijo, dale las herramientas para que pueda expresarse a través de un instrumento musical o un dibujo por ejemplo.
– Hazle preguntas abiertas y estimulantes «¿Qué crees que pasaría si?», escucha su opinión sin cuestionarlo todo el tiempo, explícale las cosas, no sólo le digas por ejemplo «es así por que lo digo yo».
– Contarle cuentos e historias a tu hijo es una buena manera de enseñarle cosas nuevas e incluso de enseñarle historia o astronomía a través de relatos divertidos y que pueden hacer volar su imaginación y creatividad.
– Limitar el tiempo de pantalla, es inútil no dejar a los niños de hoy en día usar dispositivos electrónicos, pero siempre de forma pautada y responsable, sin dejar de lado otras actividades.
– Dales herramientas básicas para jugar, artículos básicos para el hogar y materiales naturales, no hace falta que sean todos juguetes comprados en una tienda, mantenlos simples y abiertos. Cuanto más pasivo sea el elemento, más creatividad puede utilizar tu hijo. A los niños les encanta jugar con instrumentos reales del día a día. Siempre estudiando bien el objeto antes de dárselo para jugar, debemos de cerciorarnos que no es peligroso. Si haces la prueba verás como es así.
– Permitir un montón de tiempo de inactividad – tiempo para ser aburrido.
Alimentar su imaginación no requiere nada más que las herramientas más básicas. Los adultos piensan que los niños necesitan más de lo que realmente necesitan para jugar, lo que realmente necesitan es el tiempo, el espacio y el estímulo para hacerlo. Invita a tus hijos a imaginar lo que podría ser una caja de cartón, ya sea un castillo, un bote, una nave espacial o cualquier otra cosa que se les ocurra. Luego sigue su ejemplo, dando indicaciones para extender la fantasía cuando se encuentren con problemas. Lo más importante es crear oportunidades para que el niño juegue libremente, luego pueden desarrollarlo en cualquier dirección que la imaginación les lleve.
Limitación de imaginación
La imaginación de un niño puede perderse debido a todo tipo de situaciones. Piensa en un poco de falta de confianza en sí mismo, falta de ánimo o reglas demasiado estrictas en el hogar o en la escuela.
Los padres también a veces destruyen la imaginación de un niño al evaluar constantemente sus creaciones o al no permitirles la libertad de crear sin lógica.
Para evitar esto, es importante que los niños tengan la oportunidad de descubrir. Dales la libertad de elegir lo que les gusta y con lo que se sientan cómodos.
Esto les ayudará a desarrollar más confianza en sí mismos y, su imaginación obtendrá alas.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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