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¿Cómo llevar una dieta saludable desde pequeños?

Establecer hábitos de alimentación sanos no es fácil, más aún si se intentan cambiar en la edad adulta. Lo recomendable para todos los padres es que inicien a los bebés cuando empiezan a combinar la leche materna con otras comidas, en regímenes sanos para que tengan una vida saludable desde sus primeros meses. Esto ayudará a que no asocien comidas buenas y malas, sino simplemente disfruten de todos los alimentos pero que encuentren un equilibrio. Te sorprenderá el resultado que puede provocar.

Comer balanceado, sin sacrificar alimentos que gusten o que sean culturalmente indispensables y permitiéndose alguna glotonería de vez en cuando, es posible si se elige bien la dieta y se consumen las vitaminas necesarias (bien sea en alimentos o suplementos) para que el cuerpo pueda hacer sus funciones orgánicas sin problemas.

Como personas en general aprendemos a asociar las cosas con premios o castigos, un error que solemos cometer como adultos es condicionarles alimentos, de tal manera que es te doy un chocolate si te come toda la ensalada, los niños entienden que la ensalada solo la comerán en caso de que les ofrezcas algo o que la ensalada es poco apetitosa. Entonces mezclar por ahí alimentos, no condicionar, plantearles la diversidad y beneficios de cada alimento les ayuda a comenzar a tomar decisiones. Algo igual de importante es que como adultos demos los ejemplos, a veces pedimos que ellos coman todas las verduras pero no las incluimos en nuestros platos. Una vez dicho esto, veamos qué sería adecuado agregar en sus platos para iniciar esta dieta saludable.

¿Qué vitaminas deben ingerirse como complemento a los alimentos?

Para elegir las vitaminas que se deben ingerir en cada caso, es importante consultar en caso de los niños, a un pediatra, o a un médico o nutriólogo que haga una evaluación de cada paciente, su edad, peso y actividades diarias y, en función de esto pueda establecer cuáles tomar y si hay que acompañarlas de algunos minerales, no siempre resulta algo indispensable y a su vez debes identificar desde que edad es bueno para los niños, no olvides que esto debe de ir muy bien acompañado de buen hidratación y debemos evitar la automedicación, por eso mismo te recomiendo optar por su opción natural en alimentos que encontramos en el supermercado. 

Entre las vitaminas que más se recomiendan y que muchos recomiendan se pueden ingerir periódicamente incluso en suplementos o cápsulas, podemos encontrar:

Vitamina A

Se suele denominar también retinol y es muy conocido por sus extraordinarias ventajas para la piel. Pero, este nutriente también contribuye a una buena visión y al fortalecimiento del sistema inmunitario, de igual manera puede ayudar al sistema inmunológico pues contribuye al buen funcionamiento de los glóbulos blancos que se encargan de combatir infecciones.

Entre las fuentes naturales de vitamina A se encuentran los grelos, los mangos, el pimiento, los guisantes, las remolachas y las zanahorias.

Complejo B

Las vitaminas que conforman el complejo B son las B1, B3, B6 y B12. La producción y el crecimiento de glóbulos rojos, el mantenimiento saludable de las células nerviosas y la prevención de algunas formas de anemia dependen de este grupo de vitaminas, nos ayuda a convertir los carbohidratos en energía, a tener una piel más saludable, a la síntesis de colesterol, ayuda a reducir el estrés y la fatiga que resulta indispensable para nuestros más pequeños sobre todo porque se encuentran en medio del desarrollo. 

El organismo puede obtener este nutriente a través de una dieta equilibrada que incluya hígado de ternera, pescados, carnes rojas, leche y sus subproductos, huevos, moluscos y otras proteínas de origen animal.

Vitamina C

También es conocida como ácido ascórbico. No solo es capaz de mejorar el sistema inmunitario y mejora la absorción del hierro, sino que también es el mejor antioxidante de todos (junto con la vitamina E). Ayuda a reparar el daño causado por los radicales libres en todas las células del cuerpo, lo que incluso ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas. 

Además, contribuye al desarrollo de los vasos sanguíneos y del colágeno. Los cítricos como el pomelo, las naranjas y los limones, así como una serie de verduras como el brócoli, los tomates, el perejil y la col rizada contienen una fuente natural de vitamina C.

Vitamina D

Al facilitar la absorción de calcio y fósforo por el organismo, la vitamina D es perfecta para fortalecer los huesos y para prevenir problemas músculo-esqueléticos, indispensable para los más pequeños, porque normalmente son los que más exploran el mundo y en ocasiones sin mucha precaución, siendo susceptibles a fracturas.

La vitamina D es, asimismo, necesaria para el crecimiento y el desarrollo del organismo porque todas las células la necesitan para crecer y formarse. Junto con el complejo B y el hierro, es garantía de un organismo sano. La vitamina D abunda de manera natural en el salmón, las sardinas, el atún, los huevos, las setas y los aceites de pescado.

¿Qué debe incluir una alimentación saludable?

Cuando se habla de alimentación saludable se trata de una dieta equilibrada que incluya todo tipo de alimentos. Es decir, debe contener proteínas, carbohidratos, verduras, cereales y grasas.

Obviamente, no todas las dietas son para todas las personas. Los alimentos que se elijan para consumir y sus porciones van a estar delimitadas por la edad, la condición de salud de cada persona, el peso, la actividad física diaria y otros factores, entre los que destacan la ubicación geográfica (alimentos disponibles) y factores culturales.

Sin embargo, se considera que un plato es saludable cuando tiene proporciones determinadas de ciertos alimentos:

  • Proteínas: deben ser entre el 20 y 25% del total de una comida. Esto incluye carnes, pescados, huevos, lácteos.
  • Carbohidratos: está representado por el arroz, las patatas, la pasta y similares. Deben componer el 50 o 55% del total de un plato.
  • Grasas: no debe exceder el 5% del total de un plato. Se debe considerar el aceite, mantequilla y similares usados en la preparación.

Vegetales: entre un 25 y 30% de vegetales en un plato pueden ser representativos de una dieta saludable.

Esperamos que toda esta información te ayude como guía para empezar con pequeños cambios para la vida de tus pequeños y la tuya, verás como su energía mejora, incluso su humor, no olvides combinar esto con actividad fisica recurrente y un descanso adecuado a su edad. Cuéntanos ¿Qué te parece esta información?


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