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¿Cómo detectar una depresión infantil?

A menudo, pensamos inconcebible que un niño pueda estar deprimido, pero los niños son vulnerables al entorno que les rodea, muchas veces todavía no saben dar explicación a sus propios sentimientos, y es ahí dónde los padres debemos estar presentes y preparados para ayudar a nuestros hijos.
Reconocer la depresión en los niños es importante. Cabe destacar que primero debemos de quitarle todo el peso que tiene esta palabra, normalmente lo tomamos como algo muy malo que esta dentro de nuestros hijos, pero la realidad es que es una palabra que engloba un conjunto de actitudes o acciones, en este sentido, recuerda es solo un nombre que se utiliza para que todos podamos hablar de lo mismo pero no significa que eso es tu hijo, tu pequeño es muchísimo más que eso, pero claro que es algo que debemos atender y empezar a comprender un poco.  Al igual que con los adultos, la depresión o este conjunto de acciones o situaciones que pueden evidenciar la tristeza puede contrarrestarse. Algo que suele ser muy común es que se vea reflejado en la vida social o rendimiento escolar, por lo que al ser esferas importantes para nuestros hijos, es necesario poder ayudarles.

¿Cómo podemos ayudar?

Una de las primeras cosas que podemos hacer como padres es  fomentar desde una edad temprana que el niño se sienta cómodo y expresarse con soltura, que tenga toda la confianza para compartir situaciones de su vida diaria, incluso las travesuras. Así es, normalmente solemos regañar a los más pequeños, o reprimirlos, si bien es adecuado enseñarles que no hicieron bien y buscar soluciones lo principal es que se sientan en una zona segura para pedir ayuda. Esto ayudará a que cuando tenga emociones como enojo o tristeza, pueda acercarse y encontrar una solución en conjunto, evitando con ello que la tristeza se prolongue en el tiempo llevando a lo que muchos llaman depresión.

SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN INFANTIL

Existen un montón de formas de llamar a la depresión, algunos la consideran enfermedad y otros indicador, en este caso cuando decimos síntomas, los entenderemos como esos pequeños signos que nos pueden ayudar a identificar que es momento de brindar ayuda. Algo importante, la depresión es considerada así por su estado prolongado, no esta mal que tu pequeño tenga actitudes parecidas a las pequeñas siempre y cuando puedas ver que eso le ayuda a entender el mundo y a regular sus emociones. No les neguemos la posibilidad de estar mal, es parte de la vida y es necesario, más bien acompañemos y veamos qué tanto le cuesta salir de la emoción, soltarla y porqué, pues esto es lo que a la larga puede afectar como tal.  Una vez dicho esto veamos cuáles pueden ser esas pequeñas alarmitas, que de igual forma les llamemos como les llamemos debemos atender para cuidar a los más peques.

Pueden expresar mucha frustración e irritabilidad, negarse a conversar. Aquí debemos identificar porqué, es decir, qué ha estado pasando que no sienten que hablar sea la opción.

Suelen dar respuestas caóticas o muy negativas ante todo lo que se les sugiere. Esto muchas veces tiene que ver con que les es funcional no ilusionarse, pues si ven el lado amable es posible que venga a ellos una tristeza muy fuerte y quieren evitarla, puede que se enfrentara reciente mente a situaciones de este tipo, no se siente en confianza o esta enojado con las personas a su al rededor, ha identificado que ese estilo de respuestas son mayoritarias en caso o en sus diferentes ambientes, etc.

Suelen culparse al cansancio y sentirse los peores ante errores pequeños. Esto sobre todo suele pasar cuando han tenido una historia de poca comprensión al tener errores o puede que no se les explicara el origen de alguna situación, que consideran fue su culpa, por ejemplo, si hay peleas entre papá y mamá por un permiso que él pidió, empieza a considerar que es todo su culpa, etc. Debemos aclarar todas las situaciones. Estos sentimientos también suelen darse cuando se les regaña más que buscar soluciones para resolver.

Han dejado de hacer algunas actividades que antes disfrutaban. Esto puede deberse sobre todo porque sus pensamientos se enfocan en ciertas situaciones y pueden sentirse agotados o incluso porque han sucedido eventos que le fueron significativos dentro de los espacios de esas actividades.

En ocasiones pueden llorar sin que tú detectes una razón evidente. Es posible que se sientan más sensibles ante diferentes situaciones, o incluso que cualquier tema sea una oportunidad para sacar el llanto y tristeza. En ese caso te recomiendo que le permitas llorar y lo consueles. No lo presiones por la razón del llanto, o cortes la emoción. Después pueden hablarlo.

¿Quejas somáticas?

Los cambios de los pequeños pueden reflejarse también en pequeños actos a través del cuerpo, llamados somáticos, es decir, el cuerpo habla y deja ver algunos pequeños síntomas:

  • Molestias estomacales. Estas tienen que ver sobre todo porque el cuerpo actúa ante el temor, el enojo, y lo envía al estomago.
  • Quejas intestinales. Lo mismo que el anterior, incluso en algunos casos puede haber gastritis.
  • Comezón. Este es un tema circular, muchos pequeños hacen conductas repetitivas como pellizcar alguna parte de su ropa, jalarla, retorcerla, y algunos rascan su piel, esto provoca irritación y termina volviéndose evidente.
  • Dolor de cabeza. A veces el llanto, falta de sueño y estrés puede llevarlos a experimentar dolor de cabeza, más porque se trata de una situación a largo plazo.
  • Cansancio. El cansancio no solo es físico sino también muy emocional, justo esto empieza a reflejarse en no dar la energía que antes en clases, deportes o socialmente.

Algunos factores a tener en cuenta en un trastorno depresivo infantil

En lugar de colocar todo un listado de factores, me gustaría explicar que en realidad ningún factor es total, que cada paso es particular, así como alguno niños pueden verse afectados por cambios en su ambiente, problemas en casa o en la escuela, etc., otros niños lo pasarán inadvertido. Entonces, lo que debemos hacer más que buscar factores es identificar qué esta pasando de nuevo en la vida de nuestros hijos desde que los hemos visto diferentes, identificar cómo actúan ante la situación, como se sienten, cómo lo han vivido y con que habilidades cuentan. Esto se volverá un factor protector, estar al tanto y validar sus emociones

¿Cómo puedo ayudar a un niño con depresión?

Si tienes algún tipo de duda, la mejor opción sería buscar ayuda. El reconocimiento temprano y la búsqueda de ayuda en una etapa temprana aumentan la efectividad a solucionarlo y pueden evitar que la depresión se prolongue innecesariamente en el niño. No es necesario que nos acerquemos cuando notamos que la tristeza se ha prolongado, podemos abrir espacios de escucha a la primera situación, siempre validando la emoción, entendiendo que es parte del aprendizaje sentir cosas no gratas. Si consideras que no sabes de qué manera acercarte puedes buscar algún profesional de la salud y a continuación te damos algunos tips para acercarte.

Comunicación

Abre espacios de escucha, crea el ambiente perfecto y aprender a guiar por medio de la escucha, evita dar tus opiniones directamente. Realiza puras preguntas que se sientan amorosas y curiosas, respetuosas sobre todo, por ejemplo:  ¿Cómo estas? ¿Qué ha pasado de nuevo? ¿Hay algo que te gustaría contarme?¿Crees que soy alguien que pueda escucharte o cómo mejorarías eso en mí? ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?, He notado cambios pequeños en ti y te amo, por lo que me gustaría saber cómo ayudar, etc.

Pedir que te brinden una retroalimentación sobre ti, es también un aspecto esencial que te permitirá entender cómo comunicarse de mejor manera e identificar cuáles son los puntos ciegos como adultos.

 

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Búsqueda de soluciones

Este punto es importante, si logras que te hable sobre lo que le gustaría obtener contigo, negócialo, pero sobre todo no rompas su confianza, ni hagas algo sin consultarlo, sabiendo que lo hará retraerse o enojarse. Aprendamos junto con ellos a plantear soluciones, planear cosas, hacer cambios pequeños, con los que no se sienta más asustado.

Acudan con un profesional

Junto con los médicos y psicólogos los padres y su entorno más cercano pueden elaborar un plan de acción para abordar el problema.

Terapia cognitiva conductual (TCC)

Es un tratamiento eficaz que analiza la influencia de los pensamientos sobre cómo se siente tu hijo. También se hace un plan para el comportamiento, mediante el cual se demuestra que realizar más actividades que sean agradables y motivadoras asegura que el niño se sienta mejor. Además, se invita a los padres a recibir explicaciones sobre el proceso y la mejor manera de apoyarlo.

Terapia interpersonal (TPI).

En IPT el énfasis está en las relaciones interpersonales. Al aprender habilidades de conversación, formas de resolver problemas y ampliar las relaciones sociales, se mejoran las relaciones con los demás. Además, realizar más actividades (agradables) en IPT también es una parte importante del tratamiento.

Medicación

Como la última opción de tratamiento para la depresión moderada a severa, es posible prescribir medicamentos. Sin embargo, esto no es lo ideal a no ser que sea estrictamente necesario y siempre debe hacerse en combinación con un tratamiento psicológico.

Los tratamientos para la depresión infantil solo se utilizan en casos muy puntuales, son siempre en los casos de mayor gravedad, y en muchas ocasiones suelen ser otra serie de trastornos comórbidos que causan y están ahí junto a la depresión y es por eso pueden necesitar medicación.

Puede ser que la depresión esté causada por un problema hormonal, por ese motivo cuando vemos que un niño tiene problemas de depresión, debemos consultar al pediatra. Ya que, lo primero es siempre es descartar una causa fisiológica de la depresión. Si hay una causa fisiológica, si hay un problema hormonal entonces ese niño si que puede que necesite un medicamento farmacológico.

Lo que ciertamente no debes olvidar es que estos consejos están escritos desde un punto de vista general. Tratamos de guiarte para comprender la depresión en los niños, pero lo ideal siempre es hacer equipo con los profesionales de la salud y escuchar a tu pequeño y sus necesidades.

Te dejo un enlace a otro artículo en el que hablo sobre terapia emocional para niños:

Terapia emocional para niños ¿Mi hijo la necesita?

 

 

Carolina González Ramos

Edda Virtual Solution

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