Cómo controlar el uso de videojuegos a niños
A los niños les encanta jugar videojuegos, y se ha comprobado que estos pueden ser una excelente herramienta educativa. No obstante, dedicar demasiado tiempo a los juegos puede ser perjudicial así como lo es, jugar los que no son adecuados para su edad. A continuación, conocerás algunas estrategias prácticas que puedes tomar para controlar amigablemente el uso de videojuegos y ayudarlos a entender la importancia de hacerlo.
Cómo controlar el uso de videojuegos a niños (y seguir siendo amigos)
1. Crea mejores oportunidades
Puedes hacer que tus hijos sientan la necesidad de controlar su tiempo invertido en videojuegos incluso sin que tengas que decírselo. Si pones sutilmente en sus radares otras oportunidades para recrearse en actividades más saludables, difícilmente las desaprovecharán.
Por ejemplo, puedes estimularlo a que organice junto a sus amigos otros juegos, deportes y actividades al aire libre. Crea oportunidades para que socialice en otras formas de esparcimiento, especialmente en los horarios que suele ocupar para jugar.
2. Juega con tus hijos
Es posible que tus hijos piensen que no entiendes lo divertidos que son los juegos de video y que por esta razón les adviertes del tiempo que invierten. Para dejarles claro que los comprendes, tendrás que sentarte junto a ellos y dedicar un tiempo prudente a jugar.
Esto no solo te permitirá entenderlo mejor y conocer otras facetas de su personalidad (competitividad, humildad, disposición a enseñar), sino que estará más dispuesto a escucharte y razonar contigo sobre el tiempo justo que debería dedicar.
Además de esto, podrás ver si lo que juegan es adecuado a su edad, pues hay veces que creemos que es así, pero oímos diálogos o hacemos cosas que en ese momento detectamos que no es lo adecuado para nuestro hijo -a.
3. Negocien las reglas y horarios
Imponer y negociar son dos cosas diametralmente opuestas, y los resultados lo confirman. Si les brindas la oportunidad de exponer sus condiciones, se sentirán más cómodos con el trato que tengan. Recuerda: si ellos sienten que ganaron la negociación, respetarán todas las condiciones que estén sobre la mesa.
Por ejemplo, puede que acaben negociando una hora al día, a cambio de unos cuantos deberes y oficios. Pueden negociar con sus calificaciones, conducta, puntualidad y hasta forma de vestir, y entre las condiciones deben existir castigos por incumplimiento. Al final del día, sus lazos de confianza se fortalecerán significativamente.
¿Debería evitar que mis hijos jueguen videojuegos?
La respuesta a esta pregunta pertenece a cada padre y cada circunstancia en casa es distinta. Pero para tomar la mejor decisión, es importante tener sobre tus manos todas las variables:
Algunos videojuegos son perjudiciales. No existe una lista específica señalada como “juegos aptos” o “juegos inapropiados” según su edad. Pero puedes evaluar junto a él antes de comprarlos o descargarlos el contenido del juego, quizá viendo algunos vídeos y leyendo reseñas sobre el mismo. En este sentido, ambos pueden preguntarse:
- ¿Motiva a la violencia este juego?
- ¿Transmite un mensaje correcto y positivo, o distorsiona la realidad?
- ¿Contiene material educativo?
- ¿En qué categoría se encuentra?
- ¿Es un juego en línea?, y de ser así, ¿con qué clase de personas se relacionará?
Los videojuegos son herramientas pedagógicas. Diversos estudios y fuentes confiables han comprobado que los videojuegos benefician a los niños en materia de aprendizaje. Entre estos beneficios se encuentran los siguientes:
- Mejoran su lectura y destreza para interpretar lo que leen
- Mejoran sus habilidades espaciales
- Los ayudan en la solución de problemas y toma de decisiones
- Incentiva su creatividad e imaginación
- Los ayuda a desarrollar su integración social, especialmente cuando se trata de videojuegos en línea
¿Cuándo y cuánto deberían jugar?
Aunque durante las noches es cuando más tiempo libre tienen los jóvenes, es importante cuidar que la luz azul de los dispositivos electrónicos pueda perjudicarlos. Una medida que pueden tomar en su acuerdo, es evitar jugar videojuegos después de cenar y antes de dormir.
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Lo ideal es que pueda invertir algunas horas de juego durante el día o al final de la tarde, luego de haber terminado sus deberes escolares y en el hogar.
En cuanto al tiempo que podría invertir, también es importante establecer límites. Si tu hijo tiene entre 5 y 12 años de edad, según la Asociación Pediátrica Americana, puede jugar entre una y dos horas máximo al día. En muchos foros de jugadores, la mayoría de los jóvenes comentan que invierten en promedio poco menos de 2 horas al día.
Los videojuegos pueden ser un medio para estimular destrezas y habilidades en tus hijos. También pueden ser un puente para que cumpla con sus deberes, enseñándolo a negociar y respetar condiciones, y una oportunidad para compartir junto a ellos y ganarte su confianza. Si establecen un acuerdo razonable que los proteja de videojuegos inapropiados y de invertir demasiado tiempo a este tipo de entretenimiento, las cosas marcharán muy bien.
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