Consejos para portear a un recién nacido
Probablemente encontraste este artículo con la intención ya sea de identificar qué tan útil puede ser comprar uno de estos accesorios o bien porqué ya tienes uno pero se te sigue dificultando la mejor manera de hacerlo. Por lo que aquí te explicamos cómo se utiliza y también las ventajas que puedes tener. Veamos:
Portear a un recién nacido es utilizar un accesorio que te permita llevarlo sobre el pecho, de manera que vuestros cuerpos queden juntos. Lo que tradicionalmente se ha usado para llevar al bebé es el carro de paseo, pero los dispositivos de porteo han abierto nuevos horizontes, te permitirán llevar a tu bebé muy cerquita de tu corazón.
Aportan ventajas como la comodidad, ya que permiten llevar las manos libres. Para el bebé tiene beneficios psicológicos y físicos que cada vez más padres quieren aprovechar, pero es necesario saber cómo ejercerlo de la manera correcta. Verás les permite crear un vinculo único, es una forma de poder hacer todas las actividades del mundo con la tranquilidad de que tu bebé esta siendo vigilado. Te permite tener mayor interacción durante el día lo que le beneficiará en muchos ámbitos entre ellos para generar un apego seguro, conocerse más y desarrollar lenguaje más rápido, pues todo el día podrás ensayar sonidos, letras, etc. De igual manera, al salir te evita llevar grandes artefactos que terminan estorbando o evitando que puedas acceder con facilidad. Es muy seguro, puedes acomodar sus manitas libres o contra tu pecho, por lo que evitarás accidentes y te deja las manos libres para llevar lo que necesites, incluso te permite pasear con tu pareja de la mano, o si llevas otro pequeño o pequeña, podrás ponerles toda la atención del mundo y llevarlos de la mano. Es increíble.
1. Escoge el accesorio adecuado
El mundo del porteo es muy amplio. Puedes escoger entre los mejores fulares para portear, las mochilas ergonómicas que más confianzas te generen u otros dispositivos. Los repasamos:
- Mochila. Se cuelga con asas y luego se realizan los ajustes.
- Fular. Un trozo de tela que puede ser rígido (bordado) o elástico. También los hay híbridos.
- Bandolera con anillas. Es parecido al anterior, pero la tela se puede insertar entre anillas que ayudan a generar tensión. Está especialmente diseñado para colocarse sobre la cadera, pero también puede ir al pecho o a la espalda.
- Mei tais. También es una tela, pero tiene otra forma. En concreto, es un rectángulo con cuatro tiras que se anudan. Si tiene broches, se le llama mei chila.
Portear no es solo comprarte algo para hacerlo, colocarlo y comenzar el camino. Cuesta mucho asegurarse de que la postura que lleva el bebé es la adecuada y de que tanto él como el adulto que lo portea van cómodos. Necesitas informarte bien, pero hay bastantes fuentes especializadas para hacerlo.
2. ¡Pero que sea ergonómico!
Un accesorio de porteo ergonómico es el que respeta su posición natural, de manera que no influirá negativamente en su desarrollo. Veamos los puntos clave:
- Espalda en C. La columna vertebral del bebé no está recta. Debes tener en cuenta que acaba de salir del útero, donde estaba encogido.
- Caderas en M. También llamada posición de la ranita. Las rodillas quedan ligeramente más altas que las nalgas, y estas quedarán a la altura del ombligo.
- Pelvis basculada. El periné debe estar orientado hacia el porteador, no hacia abajo.
- Cercanía de tu rostro. El bebé debe estar a una altura suficiente para que, cuando agaches la cabeza, puedas darle un beso sin más esfuerzo.
Es frecuente que los portabebés ofrezcan más de una posición para llevar al bebé, pero al principio deberías llevarlo solo al pecho y mirando hacia ti. Es la mejor manera de fomentar ese vínculo que se busca.
3. Cuida siempre su posición
Los puntos anteriores son la biblia del porteo. Por eso no solo deberías comprar un accesorio ergonómico, sino que presente los ajustes necesarios para ir adaptándose a su cambiante morfología. Es decir, que sea evolutivo.
Al margen de lo anterior, debes vigilar siempre su posición durante el paseo. El movimiento puede hacer que el dispositivo se mueva o, como en el caso de los fulares de porteo, que ceda. Por eso es conveniente que sepas qué artículo es mejor para el uso que le vas a dar y pilles bien el truco para hacerte con su mecánica.
Más claves para asegurarte de que el bebé va bien colocado y el porteo es seguro:
- Sujeta su cabeza. Evita que su cuello se flexione y la cabeza vaya colgando. El bebé aún no tiene los músculos lo bastante desarrollados como para evitarlo por sí solo.
- Asegúrate de que sus vías áreas están despejadas. Lo ideal es que le veas bien la naricita cuando lo mires, aunque la cabeza y el resto del cuerpo vayan protegidos.
- Tensión justa. Si el accesorio no es lo bastante fuerte o no está bien tensado, el niño se irá resbalando y quedará en una postura antinatural que podría hacerle daño.
4. Ponte la ropa justa
La temperatura del bebé es una de las mayores preocupaciones de los padres, sobre todo si son primerizos. La tendencia habitual es a abrigarles de más, pero es mejor que peques por defecto que por exceso cuando estás porteando.
Al calor que generan las capas de ropa que le pongas, debes sumar la de vuestros cuerpos y la de los establecimientos a los que posiblemente entres. Si ves que el niño suda o está inquieto, tendrás que quitarte la mochila o el fular, alguna de las capas que lleva y luego volver a colocarlo.
Lo anterior suena bastante más aparatoso que, simplemente, llevar una manta o abrigo de porteo (especialmente diseñados para el método canguro). Si tienes frío o crees que el niño lo puede tener, echa esa prenda extra por encima de vuestros cuerpos.
5. Empieza cuanto antes
Los beneficios del porteo van en la línea de la práctica piel con piel. Es una manera de realizar el método canguro que se sale del hospital o de casa.
Tienes más sentido realizarlo cuando el bebé es recién nacido porque favorece la lactancia materna. Su cercanía promueve la producción de leche, y la colocación que tiene el bebé facilita la ingesta.
El bebé acaba de salir del vientre materno. Sentir tus palpitaciones y tu respiración le relajará, lo que previene el llanto y un estado de nerviosismo que no le permitiría procesar bien los alimentos.
Con todo, portear a un recién nacido tienes múltiples beneficios, siempre que se haga bien. Puedes elegir el accesorio que mejor se adapte a tus expectativas, pero es fundamental que sea ergonómico.
¡Ten paciencia! A nada que lo uses varias veces, te harás con la dinámica y te convencerás de las ventajas.
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