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Cómo proteger a mi bebé del sol

El sol es maravilloso, también para los bebés. Pero ten en cuenta que la luz solar puede dañar la delicada piel de tu bebé. Así que prepárate cuando salgas al sol.

Cómo estar seguro bajo el sol con tu bebé

El sol da alegría y es energizante. Los rayos UV también estimulan la producción de vitamina D, que es buena para la formación de los huesos, entre otras cosas. Pero todo el mundo sabe que estar al sol también tiene desventajas, como las quemaduras solares. Especialmente si sales al sol con la delicada piel de tu bebé. Por eso hay que utilizar un protector solar cuando se sale a la calle. Contiene filtros UV para que lleguen menos rayos UV a la piel.

Factor SPF 30 mínimo

Se aconseja que los niños se apliquen una protección solar con un factor de al menos 30, independientemente de su tipo de piel. La capa protectora natural de la piel de los niños es más fina y sensible que la de los adultos. De este modo, los rayos UV penetran más fácilmente en la piel. Un factor elevado protege la delicada piel durante más tiempo y mejor.

Lo mejor para la piel de tu pequeño es un factor de 50+ especial para niños.

Filtro UVA y UVB

Es importante utilizar un producto que contenga un filtro UVA y otro UVB. Los estantes de las farmacias están repletos de cremas que van desde el factor 6 hasta el factor 50+. Suele indicarse con el término FPS (factor de protección solar). Un FPS alto ofrece más protección que uno bajo, pero hay poca diferencia entre el factor 30 y el 50. El factor 30 protege contra el 97% de los rayos solares. Y el factor 50 no protege contra el 100%, por lo que la diferencia entre el factor 30 y el 50 es mínima. No deben utilizarse productos con un FPS extremadamente bajo ya que ofrecen muy poca protección.

Aplicar generosamente

El factor más adecuado difiere según el tipo de piel. Una piel blanca se quema más rápido que una piel oscura – sin protección ya después de quince minutos. No olvides aplicar la loción en la nariz, las orejas, los pies y el cuello de tu bebé, y no seas demasiado frugal. Para conseguir la protección prometida, debe aplicarse abundante protector solar.

¿Salir al sol? Aplícalo media hora antes de salir, luego cada dos horas y más después de que tu bebé haya estado en el agua. Incluso los productos resistentes al agua deben limpiarse al secarse.

Cuidado con el agua, la nieve y la sombra

Debes de evitar el sol entre el mediodía y las 15 horas, cuando su fuerza es mayor.

Es un mito que no se queme a la sombra. Por supuesto, la exposición a los rayos UV es más limitada aquí que en pleno sol, pero tu hijo seguirá necesitando un protector solar. Hay que tener mucho cuidado en un barco o en una pista de esquí. El agua y la nieve reflejan los rayos UV. Los rayos UV pueden atravesar incluso una sombrilla y un cristal. Por eso, protege a tu bebé con crema solar incluso cuando el sol está fuera: los rayos UV pueden atravesar las ventanas del coche. Lo mismo ocurre en los días nublados. Las nubes bloquean algunos de los rayos UV, pero no todos.

 

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Ropa de protección

Además de utilizar la loción, también es importante cubrir la piel del niño adecuadamente. Por ejemplo, con una camisa con mangas. Sin embargo, algunas prendas siguen permitiendo el paso de la radiación UV. Muchos padres llevan camisetas en la playa para cubrir zonas sensibles como los hombros y la espalda. Sin embargo, una camisa no proporciona suficiente protección. Al igual que el protector solar, hay ropa que tiene un factor de protección. Una camiseta, por ejemplo, tiene un factor de protección de diez. Si se moja, este factor se reduce a aproximadamente dos. Por lo tanto, primero debes aplicar el protector solar a tu hijo y luego ponerle algo.

Si quieres estar segura de que tu hijo está protegido del sol, debes de elijir ropa resistente a los rayos UV. Tiene un factor de cincuenta y bloquea el 97,5% de los rayos UV. Además es importante proteger la cabeza y el cuello con un sombrero o una gorra. Mantén los ojos de tu bebé alejados del sol con gafas de sol con lentes resistentes a los rayos UV especiales para bebés y niños pequeños.

Busca la sombra de vez en cuando

El sol es más brillante entre el mediodía y las 15 horas. Durante estas horas, es mejor buscar la sombra. Utilice sombrillas o paños de sombra. ¿Tu bebé es menor de un año? Entonces mantenlo completamente alejado del sol directo.

Durante el embarazo

¿Estás embarazada? Entonces, ten mucho cuidado con el sol. Durante el embarazo, existe el riesgo de que aparezca la conocida máscara del embarazo: manchas de pigmentación en la cara. Estas manchas pueden ser causadas por las hormonas del embarazo que cambian la estructura de la piel. Por lo tanto, debe aplicar siempre un factor alto en la cara, el cuello y el escote. ¿Alguna mancha? No te preocupes. Son inofensivas y desaparecerán por sí solos aproximadamente tres meses después de tu embarazo.

Alergia al sol: el sarpullido de tu bebé debido al sol

¿Tu hijo sufre erupciones cutáneas rojas, ampollas o escamas después de un día soleado? Si es así, puede estar sufriendo una alergia al sol (o erupción lumínica polimorfa). Los síntomassuelen comenzar unas horas después de la exposición a la luz solar, pero también pueden aparecer inmediatamente o incluso después de unos días. Aumenta la exposición al sol con cuidado, dejando que tu hijo juegue al aire libre un poco más de tiempo cada vez. Aplique un factor alto (50). Los síntomas suelen remitir en el transcurso del verano, a medida que el niño se acostumbra a la luz solar.

Que hacer si tu bebé se quema con el sol

Ataca inmediatamente la causa del problema: ¡aléjate del sol! Deja que tu hijo beba mucha agua para evitar la deshidratación. Para refrescar la piel del bebé, dale un baño frío (sin productos de baño). A continuación, secar la piel con palmaditas en lugar de frotarla. Evita las cremas grasientas, que pueden impedir que la piel se enfríe y empeorar la quemadura. En su lugar, aplica un gel calmante para después del sol sobre la piel quemada y mantente alejada del calor y del sol. También existen espumas especiales refrescantes y calmantes que, según dicen, ayudan a reparar la piel. Si tiene fiebre o ampollas, debes de ponerte en contacto con su pediatra.

Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada niño y cada familia son diferentes y únicas.

 

Carolina González Ramos

Edda Virtual Solutions

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