Celos entre hermanos, ¿cuándo dejan de ser sanos?
Los celos son una manera natural de llamar la atención de los seres a los que amamos al sentirnos desplazados y, cuando esto se produce entre hermanos o hermanas, es porque alguno siente que está en juego el afecto de los padres. Al ser el eje sobre el que giran esos sentimientos encontrados, los padres deben tomar acciones que permitan a los niños gestionarlos de forma adecuada.
¿Qué causa los celos entre hermanos?
La rivalidad entre hermanos o los celos entre hermanos comienzan en la infancia, muchas veces a causa de que los padres cometen pequeños errores que encienden la competencia entre sus hijos.
Estos son algunos de los errores comunes en la crianza de los hijos que llevan a los celos de los hermanos en los niños:
– Comparándolos entre sí:
Comparar a los niños entre sí siempre resulta en el desarrollo de celos entre ellos. «Sé educado como tu hermano» es una de las frases comunes que encienden los celos entre los hermanos sin que los padres se den cuenta.
– Orden de nacimiento y rivalidad entre hermanos:
Las diferentes cantidades de atención que reciben los niños en función de su orden de nacimiento afectan a sus personalidades. Por ejemplo, el primer niño generalmente se siente celoso del recién nacido porque perdió la atención exclusiva que solía obtener de sus padres. Los niños recién nacidos causan celos a sus hermanos porque los otros niños siempre se sienten destronados por la llegada de ese nuevo hermano.
-Diferencias de edad
Cuanto menor sea la diferencia de edad, más tiempo pasan los hermanos y hermanas juntos, especialmente si son del mismo sexo. Además, mayor puede ser también la batalla por el cuidado y la atención de los padres.
Los menores, en particular, tienen una gran necesidad de distinguirse de los mayores para crear un nicho para ellos mismos.
Diferencias de sexo en los celos de hermanos
Las hermanas tienen las relaciones más cercanas. Se proporcionan mutuamente seguridad emocional. Mientras más hermanas tenga una mujer, más importancia le suele dar a las relaciones sociales y a ayudar a los demás.
Aparte de las excepciones, los hermanos esperan (o se les permite) más logros sociales que las hermanas. Los hijos mayores tienen un claro sentido de su privilegio como el mayor. Las hijas mayores son ambivalentes y pueden sentirse culpables por las responsabilidades que conlleva su función. Hagan lo que hagan, sienten que no es lo suficientemente bueno y no pueden detener sus esfuerzos para hacer que todo en la familia funcione sin problemas. En la edad adulta ellas suelen ser los que mantienen unida la familia en Navidad y Semana Santa, cuidan de los familiares enfermos y soportan la mayor parte del luto cuando muere un familiar.
Las relaciones entre hermanos parecen estar más caracterizadas por la rivalidad, la competencia y los celos, a pesar de que puedan compartir muchas cosas y tener una buena relación en general.
Los hijos de enmedio sienten el riesgo de perderse en la familia, especialmente si hay el mismo sexo. Pero también pueden convertirse en buenos negociadores porque normalmente son más amables y objetivos que los más mayores y menos egoístas que los más pequeños.
Una hermana mediana experimenta menos presión para asumir la responsabilidad, pero tiene que esforzarse más para dejar su huella porque no tiene un papel especial. Ella tiene que correr para mantenerse al día con su hermana mayor y huir de la menor que parece estar alcanzándola.
Los niños más pequeños son probablemente los más rebeldes. Los hijos mayores ya están siguiendo los pasos de los padres, por lo que los más pequeños deben encontrar su propio nicho para sobrevivir. Son menos concienzudos y más sociales.
El más joven puede ser el único hijo por un tiempo cuando los hermanos mayores están fuera de la casa. Esta puede ser una oportunidad para disfrutar de la atención de los padres, pero también puede darle la sensación de estar abandonado.
Una hermana menor si proviene de una familia numerosa, puede frustrarse porque siempre tiene que esperar su turno. Es posible que ella sienta los padres no le presten la atención que ella considera necesaria. Ella puede volverse resentida si sus hermanos mayores estuvieran a cargo de ella y nunca la tomaron en serio. Si ella es la única niña, puede convertirse en la princesa o tal vez la confidente de los hermanos mayores y más adelante, si los padres ya no pueden hacer eso, ella puede convertirse en la única que mantiene a la familia unida.
Otra variante de problemáticas de celos, tiene que ver con hijos únicos, los cuales tengan celos hacia familiares cercanos, porque sin importar la edad, perciban diferente trato en detrimento hacia sí mismo.
Al igual que los hijos de enmedio, el único hijo puede tener las características más antiguas y más jóvenes. Es un desafío para ellos llevarse bien con sus compañeros.
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Prevenir los celos entre hermanos ¿Cómo actuar?
El papel fundamental en la prevención de los celos, ya que normalmente se trata de un sentimiento natural, es la actitud que adopten los padres a la hora de ayudar a su hijo celoso. Los padres deben evitar ciertas tendencias, para prevenir males mayores, y contribuir de manera positiva al objeto de los celos. Para evitar que estos celos se conviertan en crónicos y se en su relación en la edad adulta.
Los celos entre hermanos vienen en varias formas. Tal vez estás lidiando con los celos tan normales de un nuevo hermano grande que siente envidia por la atención que recibe el nuevo bebé. O quizás estás luchando con un hermano menor frustrado que está celoso de no poder hacer todo lo que hace su hermano mayor.
De cualquier manera, hay tácticas que puedes implementar para reducir las rabietas que pueden resultar de la convivencia diaria. Es importante que los padre se conciencien lo antes posible y tomen medidas para reducir los celos entre los hermanos y fomentar una relación sana entre ellos.
Celos por un nuevo bebé
Cuando los mayores saben que van a tener un hermano, se alegran, ellos piensan que va a ser una especie de muñeco con el que jugar, reír, del que no van a recibir ninguna negativa, y que dormirá en el carrito de los muñecos. La realidad hasta que nace es idílica, y sobretodo, acorde a lo que el mayor quiere, recibir toda la atención de sus padres.
Tu primogénito está acostumbrado a ser el bebé de la casa, por lo que no debería sorprenderte si siente envidia por el pequeño que parece estar robándote toda tu atención. Culpar al bebé por decirle cosas como: «No puedo ayudarte, estoy alimentando al bebé» o «No podemos ir a la biblioteca, es la hora de la siesta del bebé», que alimentará el resentimiento de tu hijo. En lugar de señalar al bebé con un dedo, lo más saludable es buscar diferentes formas alternativas de decir no: «Iremos después del almuerzo» o «Te ayudaré en cinco minutos».
También es importante mantener a un niño mayor sintiéndose amado e importante, por lo que es importante ofrecer muchos elogios cuando lo encuentre haciendo algo bueno, especialmente cuando se relaciona con el nuevo bebé. Es bueno advertir de está actitud a nuestro entorno para que el niño mayor se siga sintiendo querido y apreciado.
Rivalidad de hermanos en la infancia
Las cosas se ponen más complicadas a medida que tus hijos crecen, ya sea en tamaño o en número, ya que tienen que lidiar con los celos de todos ellos. Esto es lo que puedes hacer para disminuir las consecuencias:
– Divide la responsabilidad equitativamente:
Si bien un niño puede actuar como acosador y el otro como víctima (aunque, la próxima vez, los roles probablemente cambiarán), no culpes a un solo niño. Incluso si uno de ellos «lo comenzó», ten claro que la «víctima» no tiene que asistir a todas las peleas a las que ha sido invitada. Enseñar a los niños a discutir adecuadamente sus conflictos, escuchando al otro y buscando soluciones a sus problemas, será ideal para que disminuyan los celos y crezcan como personas saludables.
-Minimiza los sentimientos de celos:
No reacciones de manera exagerada si un niño muestra tendencias celosas hacia el otro. Simplemente reconoce sus sentimientos: «Es normal sentirse celoso a veces», y luego intenta entender el porqué de los celos y háblale de sus virtudes.
– Evita las comparaciones:
Es probable que un niño sea mejor en matemáticas que el otro. Es probable que el niño mayor siempre pueda correr más rápido que el niño más pequeño. Trata de evitar comparaciones sobre habilidades o comportamientos. Simplemente pídele a tu hijo que se compare con sus propias habilidades anteriores, por ejemplo, ver si están mejorando sus habilidades de escritura o anotando más goles en el juego en comparación con el año pasado, ayudándolo así a superarse a sí mismo.
– Omite los apodos negativos:
Muchas veces los padres lo hacen de manera inocente y cariñosa, pero etiquetar a tus hijos a menudo puede crear resentimiento y, eventualmente, celos entre los hermanos.
– Programa tiempo individual:
Tanto resentimiento proviene de pensar que un padre ama a un niño más que a otro. Haz espacio en tu agenda para darles a cada pequeño algo de tiempo solo para vosotros dos. No tiene que ser algo puntual ni muy preparado, puedes recostarte en el sofá para leer libros mientras el más joven duerme la siesta, o puedes ver una película de dibujos con el niño pequeño mientras el hermano grande está en la escuela. Solo es importante que cada niño sepa que tiene un lugar especial en tu corazón.
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada persona es diferente por lo que para establecer un diagnóstico y un tratamiento es indispensable que acudas a tu médico.
Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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