
Ampollas en la piel en niños ¿Qué hacer?
En ocasiones tu hijo puede tener una ampolla. Unas ampollas se ubican en la epidermis o justo debajo de ella y están llenas de líquido de un color claro. ¿Cuál es la mejor manera de tratar las ampollas de tu hijo?
¿Cómo se forman las ampollas?
Suelen aparecer en lugares que han estado expuestos a demasiada fricción o presión. Por ello, los niños son propensos a sufrir ampollas en los pies. Por ejemplo, cuando tu hijo se pone unos zapatos nuevos o camina con unos zapatos demasiado apretados o demasiado anchos.
Especialmente cuando la piel está húmeda, pueden aparecer fácilmente ampollas. Este tipo de ampollas se denominan ampollas normales o ampollas de presión.
Parecen almohadillas llenas de líquido transparente.
¿Cómo curar ampollas que presenta tu hijo?
Debido al riesgo de infección, es importante que sólo abras una ampolla si a tu hijo le molesta mucho. Si no es así, limpia bien la ampolla con agua y jabón. Seca la ampolla y la piel circundante con una gasa o una toalla de papel. Poner una curita en él y asegurarse de que es suave. El esparadrapo debe ser lo suficientemente grande como para cubrir toda la ampolla. Si la ampolla es muy grande, lo mejor es vendarla con una gasa no esponjosa.
Perforación de una ampolla cerrada
Si a tu hijo le molesta mucho la ampolla, puedes pincharla. Para evitar el riesgo de infección, es importante seguir estos pasos:
Lávate las manos antes y después de tratar la ampolla.
Desinfectar la piel con un desinfectante cutáneo antes y después de la punción.
Perforar la ampolla cerrada con una aguja o lanceta estéril. Perforar la parte superior e inferior de la ampolla cerrada lo más cerca posible de la piel. Perfora primero la parte superior.
Desinflar la ampolla con un hisopo o gasa y recoger el líquido con una gasa.
Cubrir la ampolla de forma estéril o lo más limpia posible.
Quemaduras
Una escaldadura es una quemadura de segundo grado en la que la piel está roja, hinchada y duele al tacto. Nunca pinches una quemadura, es necesario bajar la temperatura de la lesión, echando agua fría. y es muy importante evitar que el niño manipule y reviente las ampollas, ya que su función es la de proteger la piel mientras se regeneran los tejidos y, además, si se revientan, la lesión no tendrá ninguna protección natural y se incrementará el riesgo de infección.
Cuando las ampollas en la piel en niños ya están rotas, la herida tiene un aspecto húmedo. Aunque estas quemaduras pueden ser bastante graves, la recuperación de las quemaduras menores puede producirse en dos semanas. En el caso de las quemaduras de segundo grado grandes, debe llevar a su hijo al hospital. Llama siempre a urgencias en caso de quemaduras importantes de segundo y tercer grado.
Ampollas en la boca en niños o lengua
¿Tiene tu hijo una ampolla en la lengua o en la boca? Esto puede tener varias causas. Es posible que tu hijo se haya quemado la lengua por haber comido o bebido demasiado caliente, o puede tratarse de una candidiasis bucal o de un virus que provoca ampollas, como la fiebre aftosa o el herpes simple. Si tiene ampollas en la lengua, lo mejor es acudas al médico. No le des a tu hijo alimentos o bebidas ácidas, como zumo de naranja o refrescos con gas, ni alimentos salados. Esto puede dañar las ampollas en la lengua.
Hasta que sepas con certeza que la ampolla es o no por quemaduras, es conveniente que vigiles si la ampolla se cura bien y que acudas al médico si tu hijo tiene fiebre. Nunca apliques una pomada para las ampollas de la lengua de tu hijo. Puedes leer más en otro de nuestros artículos sobre la enfermedad manos-pies-boca aquí
Más vale prevenir que curar las ampollas en la piel en niños
En cuanto a las ampollas en los pies, haz que tu hijo se ponga calcetines limpios con regularidad. Las sales corporales de los calcetines sucios atrapan la humedad, lo que a su vez puede provocar ampollas en los pies.
Si tu hijo acaba de comprarse unos zapatos nuevos, no dejes que camine con ellos todo el tiempo. Deja que camine por la casa en calcetines o descalzo. Esto permitirá que sus pies se aireen y se sequen. Puedes ponerle tiritas en la planta del pie y en el talón. Esto proporcionará cierta protección a estas zonas «sensibles a las ampollas».
Si pones una pequeña suela bajo el talón de su zapato, su talón estará un poco más alto y no rozará con la parte trasera del zapato.
Elige siempre la talla de calzado adecuada. Pide al vendedor de zapatos que mida los pies de tu hijo para obtener la talla exacta, esto puede evitar las ampollas.
Toda la información que te damos en este artículo es orientativa ya que cada persona es diferente por lo que para establecer un diagnóstico y un tratamiento es indispensable que acudas a tu médico.
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Carolina González Ramos
Edda Virtual Solutions
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