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8 productos de bebé que no se deben comprar

Estoy segura de que a todas nos ha pasado: entrar a una tienda donde venden productos para bebé y querer comprarlo todo. Pero tranquila, respira. Aunque todo es hermoso – está hecho precisamente para eso, para agradarnos – no todo es ni útil ni necesario.

Comprar lo básico

En cuanto a consumismo se refiere, yo soy muy de la idea de “volver a lo básico”. Es decir, en lugar de llenar la casa de miles de productos que creemos el bebé necesitará – y luego lo que nos faltará será espacio para que los niños jueguen entre tanta cosa- hay que detenernos un poco a pensar que toda la vida las madres han podido atender a sus hijos sin necesidad de tantos artículos, muchos de ellos ni siquiera existían hace años.

Hay que comprar inteligentemente, pues, y administrar nuestro dinero al máximo, pues los hijos son caros y esa es una gran verdad.

Aunque cada una encontramos diferentes necesidades dependiendo de los productos con los que ya contamos, o del número de hijos que tenemos, así como nuestras circunstancias socioeconómicas, aquí hay 8 productos que yo considero que son una completa pérdida de dinero. ¿Tú qué opinas?

Tina de baño equipada

Hay unas preciosas tinas para bañar a nuestros bebés que están súper equipadas: termómetro que calcula y te avisa cuando el agua tiene la temperatura “ideal”, coladera que deja ir el agua; espacio para poner el jabón, shampoo y demás accesorios; asientito, etc.

Seamos sinceras, la tina de recién nacido se usa máximo 3 meses. Después ya no caben, o ya no quieren quedarse quietos ahí, buscan mayor espacio. Entonces, al final hicimos un gastazo – porque son caras – y en poco tiempo la tina se queda arrumbada y prácticamente nueva.

Yo te recomiendo comprar una tina sencilla de plástico y sin marca, de esas que venden por 150 pesos en cualquier mercado, y así cuando tu bebé ya no quiera usarla, no habrás perdido mucho dinero. O te puede pasar como a mí, que mi hija lloró los 4 días que la bañé en la tina, y el quinto día que probé en la regadera, ¡adiós llanto! Ella nunca quiso tina.

Calentadores de toallitas húmedas

¡El peor invento en la historia de la humanidad! Que exista un aparato que calienta cada toallita húmeda con la que limpias las pompitas de tu bebé, me parece algo fuera de este mundo. Si fuera parte de la realeza europea y ya no supiera en qué gastar mi dinero, lo compraría. Pero como no soy, me parece una exageración este producto.

Tal vez te suene insensible, pero, los bebés aguantan. Los bebés son los seres más adaptables del mundo y sentir un poco de frío en sus pompas al momento de limpiarlos no es grave, no los pone en riesgo, no los va a enfermar, no degradará su calidad de vida.

Monitor

Aclaro: sí me gusta el uso del aparato que te permite escuchar si tu bebé ya se despertó o está tosiendo o está respirando de manera inusual. Eso si vives en una mansión donde si tú estás en la cocina no alcanzas a escuchar a tu recién nacido.

Si tú como yo, vives en un departamento de medidas decentes donde para llegar de un extremo a otro pasan 15 segundos… no lo necesitas. El llanto de un bebé se escucha sin necesidad de un monitor, y no se diga el llanto de tipo hambriento o doloroso.

Pero bueno, a veces hay circunstancias en donde tener un monitor te da mayor tranquilidad y seguridad. Por ejemplo, si tienes otros hijos que naturalmente hacen ruido, o les gusta ver la televisión, o escuchar música, etc., sí es probable que no escuches a tu bebé y el monitor ayuda.

Mi recomendación: compra un monitor sencillo, no de esos que traen tecnologías que miden los movimientos, la temperatura y otros parámetros. Con lo acelerada que es la vida, poco tiempo hay para leer el instructivo y poner en marcha todas esas funciones especiales.

Calentador de biberones

Tal y como te contaba: back to the basics. Calentar un biberón es completamente fácil de hacer en una olla cualquiera, con un chorrito de agua, en baño maría. O en el horno de microoondas por menos de 10 segundos. Tampoco se trata de calentarlos como tal, sino de “quitarles un poco lo frío”. Los calentadores de biberones son caros y su uso es de máximo un año.

Ropa y cobija con sensores

Existen mamelucos y cobijas con alta tecnología. Entre sus fibras tienen nanotecnología y sensores que permiten medir signos vitales en el bebé: temperatura, ritmo cardiaco, si se hizo pipí o popó, si está inquieto y probablemente algo esté mal. Sin embargo, estas prendas tienen que lavarse de manera especial, a mano, sin agua o con poca agua, y demás especificaciones técnicas para su cuidado.

Vuelvo a lo mismo: una mamá que duerme poco, alimenta mucho, está cansada, tiene responsabilidades con el bebé, con ella misma, el hogar, etc., es prácticamente seguro que nunca pondrá en marcha todas estas funciones que pretenden facilitarnos la vida.

Además, no hay ningún secreto en esto. Acostarte junto a tu bebé, bañarlo, acariciarlo, abrazarlo, etc., son el mejor indicador para detectar si algo anda mal con este nuevo e indefenso ser.

Silla mecedora eléctrica

La tecnología nos quiere ayudar tanto, que nos vuelve inútiles. Y para mi no existe nada peor que no cargar a nuestros bebés y arrullarlos cuando lo necesitan, justo en sus primeros meses de vida que es cuando más necesitan del contacto físico con sus padres.

Y es que estas mecedoras eléctricas sirven para que la máquina los arrulle por nosotros, para que podamos seguir haciendo otras cosas mientras la máquina los duerme o los tranquiliza. El tamaño de estos aparatos es para máximo 6 meses de vida, ya después no caben los bebés. Y son precisamente esos primeros 6 meses en los que nuestro bebé necesita de toda nuestra compañía.

¿Y si tenemos hijos sabiendo que por lo menos podremos dedicarles un ratito para arrullarlos?

Espejo retrovisor para asiento del carro

Aunque no es tan caro, me parece un gasto innecesario. Te explico: se trata de un espejo para poder verla cara a tu bebé durante los primeros meses de vida, cuando la silla del carro va al revés y no en el sentido de los demás asientos. El espejo sirve para que la carita de tu bebé se refleje en este espejo, que a su vez se refleja en el espejo de tu vehículo.

No es necesario realmente. Está comprobado que los bebés se duermen con el movimiento del vehículo, y si se despiertan, créeme, lo escucharás o escucharás cualquier otro sonido alarmante. En estos casos un espejo no sirve de nada, lo correcto es orillarse, detener el vehículo y bajarte a revisar que todo ande bien.

Mucha ropa

¡La ropa de bebé es divina! Sí que lo es. Es tierna, con telas y estampados que derriten nuestros corazones y obvio queremos que nuestros críos se vean divinos vistiendo estas prendas.

Pero, ¿es realmente necesario gastar tanto en ropa? No, absolutamente no. Especialmente durante el primer año de vida en que los bebés crecen más proporcionalmente que en ninguna otra época de la vida. Cuando tienen un año el crecimiento se desacelera, pero igual crecen rápido.

Considero que no vale la pena gastar tanto dinero en ropa bonita, para que se la pongan 3-4 veces, o la rompan cuando gatean, o la ensucien mientras descubren el mundo.

¿Cuánto es suficiente? No lo sé. Lo que sí sé es que a los niños no les importa en absoluto qué están vistiendo o qué tan “fashion” se ven. A ellos lo que les importa es poder jugar y divertirse.

Ellos mismos irán marcando la pauta. Todo niño llegará a ese momento en donde específicamente te pida tal prenda o tal disfraz, por decir algo. Empiezan a volverse específicos y exigentes. Mientras tanto, no gastes tanto en ropa. Mejor invierte en otro tipo de juguetes o experiencias que desarrollen su inteligencia o su seguridad.

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